Yo compré una vez un huevo de emú a un compañero que tenía una granja. Hice un par de tortillones, de patatas y calabacín. Muy rico, y le encontré una textura como más esponjosa que los de gallina. Ahora sí, para abrirlo y sobretodo para batirlo hay que tener paciencia y un buen brazo, jeje. Saludos,
Ferran