Me ha recordado mi infancia, siempre recordaré los chillidos del cerdo cuando le clavaban el cuchillo, puffff... menos mal que está prohibido hacerlo de esa manera, auque en algunos sitios pues siguen, pero cada vez menos. Todo lo demás era una fiesta, sobre todo para los mas pequeños, lo primero que hacía mi abuelo cuando el cerdo estaba muerto, es cortarle el rabo y nos lo comíamos de apertivo a la brasa, mientras se preparaban los primeros embutidos...
Que años!! años de CUENTAME que no se olvidan jamás!
Las veces que me mandarían al economato a comprar, pimenton, tripas de cerdo y demás complementos de la matanza, la verdad que era toda una fiesta, para rematar, se preparaban los jamones y paletas cubiertos por completo de sal, que meses mas tarde subíamos a la cámara y cubriamos con una malla que les dejara secar con las ventanas abiertas, pero que no les afectara ningún bichito....
Años que nunca volverán y que se recuerdan con añoranza.
Saludos.