Me ha encantado tu relato, Benjamín.
Enhorabuena.
Ese final "me ha llegado"
Qué imagen ésa de la botella calentucha y quizás pegajosa, en un lado de la mesa, en la habitación recién abandonada, desordenada con la cama deshecha... "como quien abandona una prenda vieja y rota"...
Muy fotográfica!