Mi queja principal no va por el precio, ni siquiera por las raciones (aunque reconozco que son minúsculas), va por la variedad principalmente.
No hay mucho donde elegir tanto en comida como bebida. Para que te hagas una idea, sólo habían tres cavas en carta. Entiendo que el público en general no pida bebidas alcohólicas por los precios, pero no casa el tipo de restaurante con una carta tan escueta en un hotel cinco estrellas emblemático.
Saludos.