Todo depende de cuál es nuestro concepto de crítica internacional. Lo que se dice puede ser verdad con respecto al círculo Parker (es posible, por cierto, que pronto cambien el chip). Pero sí habría que reconocer que cuando por estos lares se hablaba bien poco de jereces, montillas y demás, Hugh Johnson y otros wine writers británicos sí lo hacían. Un ejemplo claro es Jancis Robinson, que todos los años dedica reflexiones y páginas a los vinos tradicionales andaluces. Y ahora se ha dado el salto a los Estados Unidos, sólo hay que leer la serie de artículos que Eric Asimov ha dedicado bien recientemente a los jereces.
En fin, que se está creando un contexto favorable entre la fracción educada de consumidores de vino en el Reino Unido y en menor extensión los Estados Unidos. De hecho, un contexto aún más favorable que el que actualmente padecemos en la piel de toro, a pesar de muy variados y meritorios esfuerzos. Otra cosa es que sea suficiente y que sea sabiamente interpretado por unas bodegas que lo están pasando realmente mal.