Estamos en el aeropuerto de Lima (Perú) de vuelta a Ecuador tras una breve visita a España de 8 días. Estamos haciendo tiempo pues tenemos una escala de 5 horas así que nos decidimos a tomar un pequeño almuerzo. Veo esta cerveza artesanal estilo Porter y me decido a pedirla. La presentación es en botellín de 33 cls con una curiosa etiqueta en donde aparece una figura en honor a los chaskis corredores, transportadores de mensajes en el imperio incaico. Nos abren la botella y nos servimos a unos 8°C:

VISUAL: Color marrón muy oscuro con reflejos cobrizos. Espuma color café con leche, persistente y de burbuja muy fina (94).

OLFATIVA: En nariz emana fuertes aromas tostados, café, achicoria y lúpulos. También asoman notas de regaliz, avellanas tostadas y un puntito a caramelo quemado. Exquisito bouquet, de intensidad media (90).

GUSTATIVA: En boca es toda una porter, potente, bastante amarga, amplia y un tanto cremosa. Grado alcohólico notorio no así el carbónico que pasa imperceptible. Retronasal que devuelve potentes aromas tostados, a café en grano y cereales. En el post-gusto surge un curioso apunte de mantequilla dorada que combinado con el alto grado de amargor le confiere mucho carácter mostrando una persistencia de casi tres minutos de intenso sabor. Muy rica en boca, me ha encantado (93).

La RCP la considero buena. Pese a costar al cambio unos 2 euros se trata de una cerveza sobresaliente.

MARIDAJE: Nos la tomamos con tres tamalitos (de queso, de pollo y vegetal) en plan desayuno. Nuestra poderosa birra pudo con los tres ya que su intenso sabor tostado no se amilanó en ningún momento ante los especiados e intensos aromas de los tamales. Cerveza muy gastronómica sin duda, todoterreno.

Salud-os!!