En nuestras mini vacaciones en Máncora (Perú) nos encontramos esta cerveza en un supermercado y no dudamos en comprarla para su cata. La botella es más que llamativa. De colores intensos, con una bucólica imagen en su etiqueta de fondo rojo de un barco de pesca faenando frente a un enorme sol poniente con una palmera de color morado en el encuadre. Abajo las letras MANCORA en blanco, grandes. Realmente cañera la etiqueta que para rematar posee los bordes crestados, como almenas.

Pero vamos con la cata. Nos la trajimos hasta Ecuador y la abrimos en casa con la calma necesaria para realizar su cata a 9°C:

VISUAL: De color amarillo anaranjado, muy turbia con una abundante espuma (muy abundante), de burbuja grande y muy persistente (91).

OLFATIVA: En nariz encontramos aromas cítricos de corteza de naranja, notas lupulosas, apuntes de levaduras, recuerdos de frutos secos y  de cereal tostado. Su intensidad y complejidad son medias (86).

GUSTATIVA: En boca es muy cremosa, con puntito amargo muy controlado y de carbónico apreciable. El grado alcohólico apenas perceptible. Paso por boca lácteo y sedoso con un retronasal que nos recuerda a panadería y a copos de cereales con sutiles recuerdos de aromas cítricos. Persistencia de casi minuto y medio con un post-gusto dulzón como a caramelo de albaricoque. Deliciosa cerveza con quinoa que recuerda mucho a las cervezas de trigo por su turbidez y por su cuerpo contundente, de elevado extracto seco. Curiosa cerveza, me ha gustado bastante (91).

La RCP la considero excelente. Una exquisita cerveza, además de atípica por un precio de 1.50 euros.

Nos la tomamos acompañando unos "chifles" de plátano como aperitivo antes de la cena. Muy rica, con cuerpo y mucha personalidad.

Salud-os!!