Exótica pero bien elaborada.

Seguimos con otra cerveza más de esta destilería quiteña. En esta ocasión tenemos una cerveza de trigo con curiosas adiciones de avena, miel y semillas de cilantro. Realmente innovadora. Abrimos el botellín y servimos a 10°C, teniendo cuidado de mover y servir el poso de levaduras característico de estas cervezas de trigo:

VISUAL: De color amarillo anaranjado, turbia y con una espuma marfil, de burbuja pequeña y poco persistente. Presenta los posos típicos comentados (86).

OLFATIVA: En nariz un poco parca aunque apreciamos notas de cereales, trigo, avena así como recuerdos de levaduras. Al final emanan aromas cítricos de azahar, frutales a níspero y un toque dulzón que aporta la miel. De intensidad media-baja (83).

GUSTATIVA: En boca es cremosita, con un ligero atisbo picante y con el carbónico y el grado alcohólico poco perceptibles. Esponjosa al paladar, amable y con un leve toque amargo. En retronasal hay recuerdos dulzones almibarados, aromas cítricos y notas herbáceas de cilantro. Su persistencia media, de unos dos minutos. Me ha parecido una cerveza muy amable, con cuerpo, un tanto exótica pero bien elaborada (88).

La RCP es algo floja ya que los 3.75 USD me parecen muchos para esta cerveza.

Nos la tomamos con un aperitivo de patatas chips. Poco convencional, sin ser de las mejores Weissbier catadas sí obtiene una calificación notable sobre todo en boca. Salud-os!!