Hoy vamos a probar la primera de una serie de 10 cervezas que fabrican en esta cervecería de Quito desde el 2013. A ver si las podemos conseguir todas para su cata. Esta en concreto posee una etiqueta muy colorida con motivos surferos y playeros haciendo honor a su nombre. Abrimos la botella y servimos a 10°C:

VISUAL: Presenta un imponente color ocre anaranjado muy turbio con una espuma persistente, de burbuja pequeña y de color hueso (92).

OLFATIVA: En nariz apreciamos aromas a caramelo y un claro toque lupulado, a maltas tostadas. Se pueden intuir notas de fruta blanca, pera y manzana así como recuerdos dulzones a membrillo, lácteos de yogurt y un atisbo de almendras amargas. De intensidad media-baja y de complejidad más que aceptable (84).

GUSTATIVA: En boca se muestra picantosa, amplia y bastante láctea. Tanto el carbónico como el grado alcohólico se hacen notar, con un buen ataque y un paso por boca delicioso y amable. En el retrogusto es amarga con notas cítricas de piel de naranja y recuerdos de levadura y lúpulo. Una cerveza muy redondita y con mucho cuerpo. La boca supera con creces a su nariz. En la etiqueta se autodefine como "La mezcla perfecta entre una Ale y una Lager". Exquisita (92).

La RCP la considero buena aunque no son cervezas baratas, cuestan 3 USD en tienda.

Nos la tomamos en un aperitivo antes de la cena, con unos snacks de plátano frito y frutos secos. Deliciosa cerveza en la que su lado frutal marida perfectamente con estos platanitos. Esta es la primera de sus seis cervezas base además de sus cuatro especialidades de edicion limitada. Las iremos probando.
Salud-os!!