Buena cerveza, delicada, dulce y muy sabrosa.
Probamos hoy la segunda de las cervezas del portafolio de Cervecería Nacional de Ecuador, en este caso una cerveza negra elaborada con finas maltas tostadas que le aportan un cuerpo más denso gracias precisamente a una mayor cantidad de ellas. Se presenta en una elegante botella marrón oscuro en la que una etiqueta con letras doradas resalta claramente. Abrimos la botella y la dejamos que alcanzase los 12°C para su cata.
VISUAL: Presenta un bonito color marrón negruzco, muy opaco. La espuma de un tono crema tostado con la burbuja mediana y de persistencia algo corta.
OLFATIVA: En nariz arroja un curioso aroma dulzón a algodón de azúcar (esos de la feria), incluso a chuches de fresa. Al agitar se perciben notas de pastelería, de mazapán y pelotas de fraile. Al final encontramos un ligero y suave toque de caramelo quemado y café torrefacto. Curiosa nariz, de intensidad media pero muy golosa.
GUSTATIVA: En boca tiene una entrada ligeramente amarga que se torna en dulce en cuestión de segundos. Muy láctea, con el carbónico poco presente no así su contenido en alcohol que si notamos. En retronasal apreciamos notas de chocolate y un atisbo de achicoria que me transportan a mi niñez cuando tomaba leche con "EKO"...de muy grato recuerdo. De persistencia media, unos dos minutos. Buena cerveza, delicada, dulce y muy sabrosa. Le doy el sobresaliente, especialmente en boca.
La RCP la dejamos en buena ya que cuesta 1.2 euros el botellín de 33 cls.
La maridamos con unos filetes de corvina a la albahaca sobre un salteado de verduras. Una mágica combinación entre los matices del pescado aromatizado y el toque dulzón de la cerveza. En perfecta armonía.
Adjunto unas fotos.
