BODEGAS BARDOS, VIÑEDOS EXTREMOS EN LA RIBERA DEL DUERO

A más de 960 metros de altitud, en el Páramo de Corcos, la zona más dura de Ribera del Duero, nace Bodegas Bardos, el proyecto ribereño de la Compañía de vinos Vintae. Una colección de vinos fruto del esfuerzo y la valentía de los hombres y mujeres que dedican su vida al viñedo en una tierra de extremos. Los auténticos Bardos del vino.
 

Bodegas Bardos (Fuentemolinos, Burgos) es el proyecto de la Compañía de Vinos Vintae en la Ribera del Duero. Para instalarse en la denominación, Vintae buscó la zona con mayor altitud, el Páramo de Corcos, 10.000 hectáreas que viven todo el año bajo temperaturas extremas y en las que se consigue la uva de mayor calidad de la DO.

El Páramo es una planicie situada 960 metros de altitud, entre los pueblos burgaleses de Fuentemolinos y Moradillo de Roa, una zona que soporta temperaturas de 40 grados en verano y -15 en invierno, y donde solo las mejores cepas sobreviven para dar una uva excepcional.

Por eso Bardos hace honor a los viticultores que podrían vivir mucho mejor en zonas más amables, pero que prefieren mantener un legado de varias generaciones cuidando de sus viñedos con sus propias manos en el Páramo.

Bodegas Bardos elabora tres vinos tintos en los que la uva Tempranillo es la protagonista: Bardos Romántica Crianza, Bardos Reserva y Bardos Suprema. A estas tres referencias se une un Verdejo de Rueda, elaborado a partir de viñedos ubicados en La Seca (Valladolid).

El Páramo de Corcos

El Páramo de Corcos es una superficie de 10.000 hectáreas de las que la mayor parte corresponden a la provincia de Burgos. Es una planicie prácticamente horizontal pues la diferencia de altitud entre su punto más alto y el más bajo es de escasos 20 metros. La altitud media es de 950 metros.

En el Páramo, la climatología solo conoce los extremos. En verano se alcanzan los 40ºC y en invierno los termómetros bajan hasta los -15ºC, con precipitaciones muy escasas. En estas condiciones, los viñedos no podrían sobrevivir si no fuese por las especiales características de los suelos del Páramo, suelos franco arenosos con canto rodado en la superficie y capas de arcilla en profundidad. Si no fuese por ese canto rodado, que almacena el calor, la uva no podría madurar en esta zona.

El Páramo también garantiza un perfecto estado sanitario de la uva ya que está perfectamente aireado y sufre menos el rocío, la humedad nocturna o las heladas primaverales y otoñales que los terrenos de valle.

Los viñedos

Solo los viñedos más fuertes, los que se han aclimatado durante décadas, sobreviven en el Páramo. Esa capacidad de resistencia condiciona sus bajas producciones, que son sinónimo de uva de gran calidad.

La edad de los viñedos de Bodegas Bardos oscila entre 30 y 60 años, aunque también cuentan con vides centenarias. Son viñedos de Tinta del País, nombre por el que se conoce a la Tempranillo en esta zona, una variedad autóctona adaptada perfectamente a su clima continental. Las vides más jóvenes corresponden al pequeño porcentaje de Cabernet Sauvignon de Bardos Reserva y a los viñedos de Verdejo ubicados en La Seca (Valladolid) con los que se elabora Bardos Verdejo (D.O. Rueda).

Una parte fundamental de Bodegas Bardos son sus viticultores, hombres y mujeres que han tomado el relevo de sus ancestros, dedicando su vida al viñedo en unas condiciones extremas. Su sabiduría heredada y experiencia los convierte en los auténticos Bardos del vino.

Para hacer honor al duro trabajo de estos héroes, en bodega se trabaja desde el máximo respeto por la uva, de forma artesanal, utilizando solo levaduras autóctonas y barricas de roble francés seleccionadas. Así Bardos consigue crear vinos que, como explica Raúl Acha, director técnico de Vintae y de la bodega, reflejen realmente “el perfecto balance entre potencia y finura, complejidad e intensidad, de tanino fino, elegantes y muy frescos”.

Las etiquetas de Bodegas Bardos están vivas

La experiencia Bardos comienza antes de abrir la botella. Las etiquetas de la bodega cobran vida a través de la pantalla del teléfono gracias a la realidad aumentada. Los cuatro vinos de la bodega incluyen un código QR que el usuario escanea para descargar la App Bardos, disponible para IOS y Android. Al enfocar la botella con la cámara de su móvil descubrirá los secretos de la zona más dura y extrema de la Ribera del Duero, el Páramo de Corcos, donde se ubican la bodega y los viñedos de Bardos.

Las sensaciones que transmite el Páramo y los pensamientos de esos “bardos” del vino que dedican su vida al viñedo, son los protagonistas de las cuatro poesías visuales y sonoras que el usuario podrá vivir en torno a cada una de las cuatro botellas de la bodega gracias a la realidad aumentada. “Con el uso de esta tecnología, desde Bodegas Bardos queremos llegar a un nuevo público del vino que no tiene complejos, es abierto y receptivo a las novedades, a dejarse llevar y experimentar con todos los sentidos”, explica Ricardo Arambarri, CEO de Vintae.

Bodegas Bardos, los vinos ribereños de Vintae

Bodegas Bardos es el proyecto de Ribera del Duero de la compañía de origen riojano Vintae. Tras lanzar sus primeros proyectos de Rioja, los hermanos Arambarri, fundadores de la compañía, decidieron explorar otras zonas vinícolas de España. En 2004 descubrieron esta zona tan especial de Ribera, alejada de la ”milla de oro” ribereña pero con las condiciones climáticas más severas de la denominación, y también algunos de sus mejores viñedos.

Además de sus bodegas en Rioja y Ribera, Vintae elabora vino en otras 13 denominaciones en España con etiquetas tan reconocidas como Matsu en Toro, Aroa en Navarra, Libalis en Valles de Sadacia, el Proyecto Garnachas o la colección de blancos Atlantis.