El olivar de Las Hoyas se encuentra a 1.500 mts de altitud sobre el nivel del mar, lo que ya de por sí le otorga una notable singularidad. La cota considerada máxima para el cultivo del olivo, se sitúa en torno a los 700-900 mts sobre el nivel del mar y hay muy pocos olivares en España por encima de los 1.000. El microclima de la Finca Las Hoyas hace posible el milagro. Esta circunstancia, no solo le da un carácter especial a nuestro aceite, otorgándole una suavidad y aromas excepcionales, sino que además, ha sido demostrado que existe una relación directa entre la altura a la que está cultivado el olivo y los beneficios de su aceite para la salud. Según un estudio publicado por Science Direct y recogido por Olive Oil Times, cuanto mayor es la altitud a la que se encuentra el olivo, mayores son los niveles de CoQ10, tocoferoles y compuestos fenólicos de sus aceites y, por lo tanto, más beneficiosos para la salud, ya que son tres reconocidos antioxidantes con propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas. Las características del terreno, con una fuerte pendiente, hacen que la mecanización en la cosecha sea prácticamente nula. Esta circunstancia tiene también un efecto muy positivo sobre la calidad final del producto. Las aceitunas son recogidas manualmente ordeñando el olivo y apiladas en cajas de tal modo que llegan a la almazara sin golpes ni aplastamientos y por tanto en un estado óptimo para extraer de ellas el mejor aceite de oliva

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