L’oli del Xispes

Estamos ante un aceite con carácter y personalidad, que no deja indiferente a nadie
porque sabe imponerse con claridad, es expresivo, no invasivo, ensalza sin dominar,
sin duda sabe como nadie transmitir la franqueza de la variedad, la del terruño, la
de su clima cambiante, su expresión de la montaña y de la calidez.
Es de un rico aroma frutado verde bien tramado con una ligera madurez y un delicado
fondo amargo, es vivo y expresivo, intenso, diría que hasta fragante. Despliega
un rico toque a hierba fresca y al corazón de la alcachofa y a la hoja de la olivera.

En boca entra con amabilidad hasta que hace presencia el punto amargo con garra
e intensidad, sabe apretar sin agobiar, es denso, de un toque picante tan canalla
como sincero y un muy rico contrapunto dulce y meloso, te cautiva, te atrapa,
gusta, sabe y expresa. Cada gota es un tesoro, un milagro que se paladea entre los
recuerdos frutados, la hierba, algo de manzana, frutos secos, almendra blanca y la
alcachofa.

Con una ensalada verde, con tomates y aceitunas, con unas sardinas recién asadas,
con un pescado de roca, sobre unos mejillones al vapor, entre el pan, allí donde
quieras ponerlo, se convierte en un don.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar