Se trata de un vino que reposa en depósito durante varios meses, en los que se remueven habitualmente las lías. Esto aporta la cremosidad y untuosidad que llena la boca al catarlo.
A la vista el color es amarillo pajizo con lágrima densa, limpio y brillante.
En nariz aparecen inicialmente notas de lácteos aunque duran poco tiempo, muchos cítricos, salinidad, acidez y frescura.
En boca entra con fuerza, es cremoso, untuoso pero hay frescura, toques florales, fruta blanca (manzanas).
De los 3 vinos de la bodega, quizás sea el que menos me ha gustado aunque considero que es un vino muy bien hecho y atractivo para probar.
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