Color rojo rubí con ribete granate de capa media. En nariz es muy aromático, aparece notas de fruta roja muy madura, con un ligero toque especiado. En boca es un vino sabroso, untuoso y bien ensamblado. El retronasal es persistente y nos devuelve todo el carácter frutal del vino.

Buena relación calidad precio para este segundo vino de Beaucastel y muy correcto al paladar. Color rojo rubi con borde granate. En nariz aromas no muy intensos de frutos rojos maduros, algo licorosos, especias, flores y notas balsámicas. En boca es intenso, frutal, equilibrado y con unos taninos vivos. Es correcto y poco complicado. Se deja beber bien.

Han transcurrido 16 meses y el vino probado hoy no tiene nada que ver con el que tomé en diciembre del 2012.
No describo la botella ni la etiqueta por haberlo realizado anteriormente. Si tengo que puntualizar que el corcho es de calidad.
A la vista se presenta de color rojo picota y rubí. Buena, densa y lenta lágrima que se desliza con parsimonia por la copa. Limpio y brillante. Menisco con incipientes notas teja.
En nariz encuentro intensas y sazonadss frutas negras y rojas, arándanos, mayuetas. Madera muy bién ensamblada. Notas balsámicas, algo de pimienta negra y mucha fruta.
En boca encuentro elegancia, frescura, frutalidad, equilibrio, madera imperceptible, sabroso, finura, mineralidad en forma de tizas, balsámico, presente acidez que te invita a beber y que le dará vida algunos años más. Taninos domándose. Elegante y sabroso paso de boca. Y es muy largo. Me da una permanencia en boca de 3,15 minutos.
Una muy agradable sorpresa la que me he llevado con este vino, de un casi suspenso a un notable. No parece el mismo que tomé anteriormente.
En este vino hay que tener presente el consejo de : "Los vinos tienen que esperar".

Vino encerrado en botella borgoñona y con una etiqueta muy clásica y propia de la zona. Letras góticas, escudo con flores de lys, 2 tintas, etc.
A la vista se manifiesta limpio, brillante, de color rojo picota con el menisco con tonos tejas y de capa media. Lágrima fina que se desliza con cierta lentitud por la copa.
En nariz sus aromas se manifiestan en intensidad media. Me dá frutas del bosque negras, madera imperceptible, algo de vainilla, tiza.
En boca está rudo, verde, algo de amargor, frutas sin madurar, mineral. Me decepciona en el paso de boca, vuelve a sobresalir su amargor. Como si fuera un vino de 2ª prensada. El caso es que el vino es largo. Me dá una permanencia en boca de 3,00 minutos.

Ahora que me fijo, en la contraetiqueta no aparece por ningún lado la variedad Cinsault a diferencia de la ficha. La monastrell destaca sobre las demás, y la similitud con los vinos de Jumilla o alrededores existe. Tiene que desaparecer algo su alcohol para disfrutar de sus especias, para mi lo mejor, tanto secas, como dulces, enebro, clavo... el laurel también aflora, y sus notas amaderadas finales le dan elegancia. La misma fruta roja que en las demás catas, madura y sabrosa, pero noto ahora en boca unos taninos más dulces, y que parecen alargar un tanto su postgusto.

Van cayendo botellas y cada vez me convence más este vino. Un buen tiempo de arieación es fundamental para sacarle toda la punta. Destacar esta vez sobre manera, al margen de la buena carga de especias, las notas de ciruela pasa que se dan también en boca y que hacen que su postgusto quede bien rico, debido a que la sensación de dulzor y sequedad se mezclan perfectamente.

Misma presentación que el blanco salvo por el color de la cápsula, botella borgoñona de cuello grueso y etiqueta medieval.
Cereza de capa media-alta, brillante, de borde granate vivo, lágrima transparente y caída lenta.
Aroma de buena intensidad que gana con la decantación, ciruela negra pasa, especias secas, bolas de pimienta negra y enebro, con notas de su ciranza en roble, cedro.
De tacto graso en boca, muy sabroso, aunque sus taninos son secantes, amaderados, queda pues equilibrado y dejando un postgusto largo.
Es un vino de 2ª botella. Comprobaré en las próximas una elegancia que tiene que llegar.

Rojo picota de capa media.

En nariz ofrece fruta roja bien armonizada con tostados ligeros, canela, cedro y especias: clavo y pimienta. Equilibrado en sus registros.

En boca tiene un buen ataque y buen paso, armado y equilibrado, más bien cálido, con una astringencia agradable y una buena longitud. Vino atractivo con el carácter de la región.

Color cereza-rubi con borde granate.
Aroma de mediana intensidad a frutos rojos muy maduros, frutos negros licorosos, especias dulces, tabaco, frutos silvestres, regaliz, carne braseada, flores y toques de balsámicos. Mucha complejidad en nariz.
En boca es frutal, el paso de boca es muy equilibrado y tranquilo, buena estructura, los taninos vivos y suaves, el retronasal bastante bien, con varios de los aromas de la buena nariz y el final no es muy largo, pero tiene buena persistencia especiada.
Es un buen vino, aunque no tiene casi ninguna complicación, bastante fácil de beber.
Bastante buena la RCP, ya que me costo sobre los 10 €, el corcho no esta mal un 6,7