Lo he dicho ya varias veces y lo repito: Aurelio Montes es un gran vinatero, pero se preocupa tanto por los puntos que obtengan sus vinos que esa misma actitud hace que muchos no quieran, no puedan, tomarle en serio. Es una pena, porque el tipo puede hacer vinos tremendos.

Este M es muy expresivo, con notas de eucalipto, arándanos, compota de cereza, avellanas, chocolate y un acabado térreo, cenizo, en boca se expande, va ganando volumen y sensaciones minerales que junto con una notable estructura tánica acompañan a una fruta madura y dulce que nunca se sale de control; antes al contrario forma un conjunto fresco, distinguido y con clase. Su perfil lo acerca a Clos Apalta (ambos vienen del mismo pago), su textura lo acerca a Almaviva. Lo mejor de dos mundos.