Picota granate. Tiene una nariz intensa, con profundidad y cierto carácter atlántico, muestra bastante fruta negra, regaliz negro, matices especiados y un fondo mineral. En boca tiene buena ataque, ligeramente amargo, matices lácticos, bien de acidez, algo de fruta negra tirante, notable longitud y cierta estructura.

De brillo intenso al trasluz, sus múltiples caras fraccionan la luz con chispas de brillante granadina, pero enfrentado directamente a la vista, las chispas se apagan y un brillo discreto ilumina su color frambuesa oscura amarronada, como el color de la mermelada de fresa sin colorantes antes de formar su caramelo.

Es de color boscoso, profundo, casi enmarañado, pero visto una vez más de perfil, te sorprende de nuevo con pícaros destellos de luz.

El primer contacto olfativo es tímido, se muestra cerrado.

Sutilmente te va desvelando una combinación de aromas balsámicos liderados por un perfume a regaliz negro que no impide el paso a una sub-capa de olor a cantera abierta, a piedra arrancada a la montaña.

La primera sensación en boca es fresca y especiada: pimienta blanca, clavo, con un discreto final amargo y el recuerdo a la tierra mojada.

Gradualmente, sin prisa pero sin pausa, aparece la fruta negra, ácida y dulce a la vez. Desnuda su potencia sin agresividad y el punto amargo va tornando a lácteo, crema, pero sin que sus raíces se desprendan de la tierra húmeda a la que se agarra con fuerza y determinación.

Dos horas más tarde conserva la misma frescura y desfachatez juvenil, las notas golosas se acentúan y aparece con fuerza el cacao con su combinación dulce y amarga. No pierde nunca la picardía picante llegando a dar un punto salado, que recuerda al azafrán.

El poliedro va girando y girando, mostrándote ora su dulzura ora su calor, ahora su bosque, luego su piedra. Expresivo sin apabullar, proclamando su enraizamiento en su tierra y su vocación universal.

Así como debe ser: el más completo. Complejo, elegante, mineral, definido...concentradísimo sin pesar...el peso que no pesa.
Impresionante para un diablo impresionable como yo.
Mis respetos: CHAPEAU!!!!

Rojo rubí intenso, ribete violaceo, capa baja, lágrima elegante y lenta.

Nariz excelente incluso recien abierto y a copa parada. Muy complejo y a la vez muy sutil. Elegantísimo. Fruta negra, vainilla, violetas, más vainillas, humo de madera verde, notas minerales muy marcadas...

En boca es espectacular... seda pura. Entrada directa, sin tonterías, al grano: se abre y te llena la boca como si se hubiera reventado un dique, una inundación ligeramente dulce que se va volviendo ácida a medida que pasa por boca. Y el final... absolutamente equilibrado, con notas ligerísimas de toffee y esa acidez característica de las ciruelas un poco verdes. Postgusto larrrrrrgo.

Y si ahora está espectacular como estará dentro de unos añitos... No quiero ni pensarlo...
De las mejores mencías, si no es la mejor, que he probado... No tiene nada que envidiar a otros mencías con más nombre, del mismo RP o de otros...

100% recomendable

Conseguido gracias a la generosidad del ex forero “Descorche”, gracias Diego por permitirme conocer esta mencía que no es fácil de conseguir.

Vista: Picota brillante, ribete granatoso, de capa media – alta, lagrima abundante que tinta muy ligeramente la copa.

Nariz: De buena intensidad, pensaba que no podría haber mucha diferencia con su hermano menor, pero lo cierto es que hay diferencias, principalmente en la mineralidad, en este vino, es mucho más apreciable que en el crianza, puede que de eso venga el nombre. Le cuesta menos expresarse que a su hermano del 2006, el cual necesita mucha más aireación para ser disfrutado. Buena dosis de fruta negra madura, especiados, tostados y alguna leve nota vegetal. Después de casi dos horas en copa, aparecen otras notas como el caco y el café.

Boca: Ataque poderoso pero elegante, quizás algo más ligero que su hermano menor del año 2006, el cual tenía un ataque muy potente y algo más rudo. Carnoso, taninos bastante pulidos, de nuevo aparece la fruta negra, los especiados y esas ligeras notas vegetales. Retrogusto frutal y especiado y persistencia en boca media.

Otra mencía asesorada por Raúl Pérez…. Al final tendremos que buscar para probar aquellas bodegas que no estén asesoradas por el “super star”, que haberlas haylas y están elaborando buenos vinos.

Vista: De color rojo picota con ribete burdeos, algo velado, brillante y de capa muy alta, tiene una lágrima de intensa densidad y con arrastre de color.
Nariz: Potente, franco, muy mineral y en el que la fruta negra madura está perfumada de notas especiadas, tostadas, con toques de cacao negro y café, fruta en licor y tostados, en un conjunto muy nítido, límpio y algo goloso.
Boca: Tiene buena entrada, untuoso, especiado, seco, de buena amplitud, con cuerpo y estructura medios, gran carga frutal, con los taninos bastante pulidos, estupenda acidez y un final de media persistencia en el que predominan los recuerdos especiados y los de una acidez fresca y cítrica.
Una buena elaboración de Mencía, en el que nos ha gustado especialmente su aroma complejo, mineral y bien definido; así como su boca que resulta seria y con clase.
Su precio ronda los 20 euros.