Color cereza picota, con menisco teja. Aromas a fruta madura, ahumados, sotobosque, salazón, junto a especias y notas balsámicas (eucalpto, laurel) y monte mediterráneo. En boca es potente, algo tánico, con buena acidez y longitud. Aguantará bien en botella.

Cata en Lavinia de vinos de actualidad. Un buen vino del Pla de Bages de color rojo con toques morados. En nariz aromas de fruta sobre todo roja, notas especiadas y notas tostada elegantes. En boca, tiene una buena entrada, es sabroso, toques especiados y fruta madura.

Color cereza picota cubierto, ribete granatoso, capa alta, lágrima abundante finamente tintada. Aromas de fruta roja y negra madura (frutillos del bosque) que combinan con sus intensas notas especiadas, surgen las notas de tostados intensos de la barrica bien elegantes, ligeros toques florales, fino balsámico y notas de terruño de fondo. Buena entrada en boca, agradable recorrido, sabroso con fruta madura, suaves especiados y finos tostados que le aportan elegancia, se bebe muy bien, se presenta más sencillo que en nariz, buena acidez y suave persistencia. Final medio-largo, postgusto de fruta roja y retronasal ahumado.

Precio de €18.

VISTA: Picota muy oscuro y cubierto. De vestido imponente y con lagrimeo.
NARIZ: Intenso. Frutal. Integradísimo. Complejo. Dominan las notas de fruta negra como ciruelas, notas de pasificación sobre un maravilloso fondo de chocolate y tiza. Puntas de sotobosque umbrío en otoño.
BOCA: Opulento, goloso, seco. Muy grata persistencia. Bien integrado. Con vida por delante. Recuerdos de chocolate.

Este vino hay que tomarlo lo más cerca del Bages posible. Lo escogí en el Bergadà, rodeado de calizas y hojas secas. Con fuerza y nervio. Estructura muscolosa pero con viveza y para nada pesado. Su paso de boca es goloso. Lo tomé con cordero. Perfecto. Les recomiento también desayunar con él en buena compañía, acompañando pan con tomate y embutido catalán. Mira por el ventanal, y luego respira el otoño soleado y fresco. 19 euros en las tiedas especializadas.