Una añada complicada en la bodega

Una añada complicada en la bodega, aunque los meses en botella están haciendo resurgir a un vino excesivamente cerrado, donde de inicio aparecen aromas de reducción que lucha con la oxigenación para transformar esos aromas en fruta negra con tintes rojos y florales propio de la syrah. En boca se muestra recio y contundente, largo en su paso y taninos con sensación secante en su final, aunque en su conjunto no solo es bebible, sino que es agradable. Su añada 2008 se muestra abierto y pleno en fruta.

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