Continua estupenda esta creación.
Diría que incluso ha crecido con la botella.
Los aromas son nítidos de camara de maduración de plátanos.
Ricos amargos que lo dotan de elegancia.
Destila personalidad.

Se bebe agradable, sin agotar, con frutas tropicales danzando entre alguna punta cítrica que se echa más en falta. No sé si pasaría por SB o cualquier otra cosa pero tampoco es algo que me preocupe. Boca bien equilibrada y mediana persistencia. No agota.

VISTA: Crema con tonos verdosos, denso y pálido.
NARIZ: Hiedra, chirimoyas y plátano corto de maduración. Puntas de lima.
BOCA: Se muestra amplio y con volumen, bien de acidez y con una grata mineralidad. Recuerdos de plátano y cítricos.

Buen trabajo teniendo en cuenta que esta variedad no acaba de cuajar todavía un gran vino fresco de estas características en nuestro país, todavía por detrás, a mi jucio de los niveles de opulencia chilena y sobretodo francesa. Destacamos la mineralidad y que no es excesivamente goloso. Mejor su hermano verdejo.