Los buenos amigos merecen buenos vinos. Así que finalmente decidí despedirme de este "amigo" que me ha acompañado unos cuantos años. Color dorado con destellos oro viejo. Nariz intensa, atractiva, de corte maduro y muy bien acompañada de una seductora mineralidad. En boca el ataque es intenso, el paso cremoso, elegante, bien perfilado, con buena acidez, alguna sensación golosa, largo y evocador. Magnífico y con toda una vida por delante.

Dos años después de la última abro la que ya definitivamente es la última.
Es un champagne alta clase que ha sido conservado en perfecta forma y aun podría durar bastante más.
Color dorado limpio y brillante con burbuja escasa.
Nariz muy completa, de alta categoría, ahora da mucha flor blanca y tostados con un alto tono mineral muy característico.
Boca compleja y ancha, carbónico perfectamente integrado, muy expresivo, muy largo.
Como siempre este champagne es una gran expresión del Mesnil, aunque esta añada no supera a la del 98 ó 2000

Amarillo verdoso con poca burbuja.

Aroma de alta calidad y muy evolutivo, se inicia con cítricos y bollería que con aire y tiempo se desplazan hacia la caliza y ceniza, todo con un tono muy mineral.

Boca fenomenal, cuerpo potente, altísima acidez, carbónico discretísimo, muy expresivo aquí impera claramente la mejor Chardonnay. Larguísimo, con final marcado por la acidez.

Un champagne de alta categoría.

Dos años después retomo este magnífico champagne. Pocos cambios... o lo que es lo mismo... mucha vida por delante. La nariz sin ser muy densa es de corte maduro, y las notas de tiza le dan una profundidad y personalidad. Me encanta su boca, con un paso cremoso, articulado por un excelente espinazo de acidez, largo y atractivo. Excelente!

Vino recomendado por Marc de Vilaviniteca.Un gran acierto.Color dorado.La nariz tiene una gran profundidad,complejidad y al mismo tiempo aromas a frutas blancas.Burbuja muy pequeña totalmente integrada,acidez fresca,elegante y muy persistente.Muy fino,vinoso.Nos ha gustado mucho.

No defrauda. Excelente.
Amarillo dorado con burbuja fina y viva formando rosarios y corona. En nariz mejora con la aireación pasando de las notas de bollería y frutos secos, a notas minerales y toffe.
En boca mantiene excelente acidez, elegancia, cremosidad y sigue manteniendo los apuntes de frutos secos y caramelo toffe.
Seguimos fieles.

Amarillo dorado. Tiene una nariz inicialmente algo inexpresiva, con la aireación gana en volumen, apareciendo notas de bollería, algún toque ahumado, notas de frutos secos (nueces), flores banca, ligeros toques tostados y un atractivo fondo de tiza. En boca tiene buen ataque, la sensación en boca es cremosa, con excelente acidez, bastante hecha, con un atractivo retronasal de bollería, largo y con un paso algo más magro que el 98. Muy rico.

Dorado suave.
Nariz de buena intensidad con notas iniciales algo reducidas, presencia de salvado, tostados, tiza, crema pastelera, caramelo tostado, bergamota, notas florales, physalis y manzana asada.
En boca tiene una entrada seca, fresca, tacto cremoso y delicado, final amargoso y tostado. El carbónico perfectamente integrado, forma parte de esa complejidad en boca que tanto asombra de este vino.

Catado a la vez que el 98 me gustó más, lo encontré con una boca mucho más viva, con más cuerpo y cremosidad.
Excelente

Dorado pálido limpio y brillante, burbuja media y abundante.
La nariz es de media intensidad, de cierta complejidad y carácter cambiante con el aire. Ofrece los registros que uno espera de los vinos del este inigualable Grand Cru, con una fina fruta blanca fresca, unos ligeros toques florales, un fondo cítrico muy agradable de limón verde y pomelo y esa mineralidad especial que resulta santo y seña en estos vinos.
La boca es un prodigio de equilibrio y frescura. Dotado de una excelente acidez, un gran nervio y una poderosa estructura, resulta un champagne de largo recorrido que comienza ya a estar accesible. Es cremoso en el paso y largo en el final que nos deja recuerdos cítricos y minerales. Gran persistencia. Enorme prestancia. Estuvo brutal con un "bellota" Joselito Reserva.
Este es uno de los mejores champagnes que podemos encontrarnos en su rango de precios (unos 45 euros), con una presencia de terroir abrumadora. Aquí hay un gran viñedo y un no menos grande elaborador. Este 99 sin llegar al nivel del enorme 98 ya comienza a mostrar todo lo que tiene dentro que es mucho y bueno: pura esencia de Le Mesnil.

Amarillo dorado de poca intensidad, con muy fina burbuja que forma una ancha corona de grueso calibre, difícil de borrar. Suaves aromas de levaduras, pastelería, pan tostado, pera, toques cítricos de sorbete y cáscara de limón, mineral fino y punzante, calcáreo, con marcado carácter autóctono. Boca muy grata, con total integración del carbónico que desaparece ipso-facto. Acidez media y estructura densa y compleja, necesitada de botella para acabar de afinarse y modelarse. Final de fruta blanca madura, mineral calcáreo y toques ahumados, muy largo en boca, su fina acidez perdura largo tiempo.