Color oro viejo bastante evolucionado y oscuro con tonos rojizos

Aroma potente y definido, tostados, frutos secos, brotitos muy presente, miel y ramilletes de flores blancas, elementos cítricos tirando a naranja , alguna nota láctea y pomelo. Aroma de riqueza impresionante.

En boca se comprota magníficamente como si aún fuera un joven, (y es que lo es) cuerpo medio alto, se presenta estructurado y voluminoso, es el paradigma de equilibrio y redondez. Acidez presente y notable. Se observan múltiples sabores muy difíciles de descubrir, miel muy fina, toffe, cremas de vainilla, Largísimo, interminable te deja la boca llena de amielados, flores y música. Esto es un milagro preciosísimo, se acompañó con un foie, pero en realidad no necesita acompañamiento alguno, el tiempo combinado con la magnificencia lo hacen todo, y debe tomarse en silencia absoluto como decía Julio Verne. Vino ideal para empezar bien el año.

Compartió mantel de noche vieja con otro monstruo el Moscatel Toneles que no le quedó en absoluto a la zaga, sino que estuvo plenamente a su altura, aunque claro con un estilo absolutamente distinto. Dos maravillas para soñar .