Opiniones de Château d'Yquem
OPINIONES
5

Bueno, no tenemos tres, pero sí una más. Elegante dulzura. Aromas penetrantes y delicados. Equilibrado y compensado en nariz. Mieloso, melocotón, ligeros toques de madera seca pero fino. Boca suave, muy largo, compensado en su paso. Distinguido, un privilegio

Espectacular presencia y color en la botella. Elegante, distinguido, pequeños residuos blancos azucarados en el fondo de la botella. Untuoso, meloso. Nariz floral y frutos blancos. En boca destaca su estructura y untuosidad. Sabor a miel suave, melocotón, sabores a la putrefacción con su amargor característico, sabores a furos secos tipo nuez, y a mi parecer a pipas. Postgusto con toques minerales, hubiésemos querido tener 3 botellas mas. Lo catamos antes de empezar la cena y dejamos un poquito para el postre. Un privilegio

Color dorado brillante.
Nariz de buena intensidad donde destacan las notas de la cera de abeja, síntomas evidentes del efecto de la botrytis sobre la uva. Aromas muy delicados de níspero, de miel de acacias, con ese punto que tiene esta miel entre dulce y balsámica. Algo de lavanda y notas tostadas.
En boca tiene una acidez muy buena, equilibrada con las notas dulces. Eché algo en falta algo más de cuerpo, aunque es cierto que es un vino elegante, fino y delicado.

Catado tras una batería de sidras y vinos de hielo, es cierto que se queda algo apagado, le falta chispa en comparación con las maravillas que catamos en esa cata. Aun así, me parece un grandísimo vino, el cual no puntúo por no estar enmarcado en su correcto entorno.

Dorado brillante y cuerpo en la copa marcando una notable corona

El diagnostico en nariz ya predice su final en boca, de inicio los tostados, vainilla, mantequilla, dando paso a frutos secos, flores blancas y amielados desprendiendo ligeros cítricos confitados, mandarina y orejones notas de pastelería fina.

Su densa cremosidad, su acertada acidez y equilibrio, nos avisa de una extracción frutal confitada, con un ligero fondo de miel y almíbar, apuntando su recuerdo, muy similar al registro de la nariz, con un recorrido siempre ancho y largo a abarca múltiples sensaciones de placer, que nos llevan a una exaltación de nuestros sentidos.

El vino presentaba un color amarillo dorado muy joven y fresco, nada oxidado y algo verdoso.

Nariz de tostados y especiados de barrica francesa, bien complementado con las notas de frutas secas y creme caramel.

Boca algo ligera, de dulce encuentro pero de poca intensidad, poco dulce en comparacion con otras añadas, fresco, casi mentolado, una añada dificil de reconocer, sin la mano de Sandrine pra irle descubriendo los meritos, uno pensaria en un mini fiasco, pero los años iran marcando su complejidad.

Salvo una vez más el precio, es un Yquem delicado y frutal pero con unas maderas y torrefactos finales curiosos.

Me sigo quedando con las añadas Lur Saluces a las Lurton.....

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