Rojo cereza brillante, de buena capa y con ribete violeta – rubí. Nariz primaria de media intensidad con aromas de frutillas rojas / silvestres en sazón ( moras, frambuesas, fresitas ), con un leve fondo láctico – floral que acaba en una sensación de caramelo de fresa y toques balsámicos. En boca es suave, paso ligero sustentando por sensaciones de frutilla roja, de medio volumen, fresco ( buena acidez frutal ), sin aristas, de media persistencia y posgusto que recuerda a la fresa ácida. Buen vino, de ligera envoltura y bien elaborado.

Nos ha gustado mucho. Lo pobamos juanto al Rioja del lote, y le dió veinte bofetadas.
Un color brillante y limpio.
Una nariz sugerente, con violetas, sotobosque, mucha limpieza y un gran trabajo en bodega.
Un vino muy bien hecho, elegante, sin concentraciones exageradas de madera ni fruta.
Final suficiente, una granacha que sabe a garnacha bien vinificada.
Felicidades a la bodega.

Picota cubierto con ribete púrpura. Aromas de fruta del bosque muy madura (frambuesas, arándanos, endrinas,...) especiados, lácteos, y ligeramente balsámicos... fresco. Paso en boca con cierta amplitud, frutal, especiado y vivo. Bastante persistente.

Las primeras sensaciones en nariz son de frambuesa, hay detrás una garnacha en buen estado de maduración que ofrece ese perfil frutal bastante intenso. Van dejando sentirse poco a poco los anisados, mentolados y algo de algarrobas. En boca la entrada es fresca, discurre con algo de astringencia, lógica y normal y que no es agresiva, para acabar con un final muy largo. Tiene buena acidez, y cierto postgusto amargoso agradable.

Tercera añada elaborada de este vino hecho con viñas de garnacha de más de 100 años. En nariz aparecen mucho balsámicos, anises, frambuesa y después de una prolongada aireación algarrobas. En boca resulta fresco y muy sabroso, con un postgusto adecuado. Un vino de garnacha muy interesante que disfrutarán todos los que somos amantes de esta variedad.

Color rojo cereza picota de capa media. Nariz elegante, de buena intensidad, fresca (notas balsámicas) y con predominio de aromas de fruta negra bastante madura y notas florales entremezcladas con ciertas notas especiadas (pimienta) y minerales. En boca se muestra como un vino fino, agradable y de largo recorrido. Destacan las notas frutales (más frutas rojas) y el recuerdo en el retronasal de los aromas florales. Las notas balsámicas y su buena acidez hacen que el paso por boca también sea muy fresco. Un buen vino que demuestra el gran potencial de la autóctona uva garnacha en una D.O. donde parecen haber apostado mucho más por los varietales foráneos.