La última vez que probé algún que otro fondillón fue precisamente en Alicante, a inicios de 1999. Puede que la memoria me engañe, pero no recuerdo nada igual y nisiquiera hubiera soñado que estos vinos pudieran alcanzar estas alturas.
El vino de hecho gana en complejidad luego de abierto. Al inicio me recordó mucho a un amontillado, con acentos además de maderas finas y frutos secos. Un par de días después es de una complejidad que intimida, menos por la cantidad de sensaciones que por la milagrosa manera en que se balancean el chocolate, pasificados, frutillos rojos, higos, desván, bosque húmedo, una cierta salinidad medicamentosa, etc. Al paladar, bueno, esto se acerca a los sublime, y el retronasal es, para decirlo derechamente, orgásmico. Un vino de no-creerse, dramático, no apto para cardiacos.
Ámbar oscuro. Predominio de los frutos secos sobre los pasificados. Algo de canela, almendras y tomillo. Muy complejo. En boca tiene mucho equilibrio, recorrido y elegancia. Amargosidad muy agradable.
Nariz dulce y goloso de intensidad media y notable expresividad. Toques de avellanas, mueble viejo, barniz, avellanas y uva pasa. En boca es cálido, con una suave golosidad, excelente acidez, buen recorrido. Final algo meloso y retronasal que trae notas de café. Es un vino elegante y evocador, con mucho volumen y profundidad. Resulta complejo desde un principio aunque gana en complejidad con la aireación.
La etiqueta indica que se trata de una serie especial de 3.000 botellas y esta es la 2.029.
Muy bonito color picota de capa baja , borde atejado, lagrima delgada que baja lenta y harmónicamente en su cristal.
Olor dulzón de pasas, especies, chocolate, también muy mineral y metálico (¿ hierro?) es un aroma muy complejo y delicado, y muy elegante . Al principio lo hubiera asimilado a un buen vino rancio, pero al cabo de un tiempo que me recuerda, quizás, a un Porto Vintage.
En boca tiene una entrada suave pero el vino demuestra tener un cuerpo de mucha potencia y fuerza a pesar de lo cual acaricia la boca, , delicadamente dulce , bastante equilibrado a pesar de su fuerza, excelente retroolor, muy muy largo con sensaciones finales especiadas muy finas y agradables, un poco alcohólico, y netamente salado. Es un vino grandísimo. 9,4
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