El vino Marina Alta 2016 viste un color amarillo paja y es ligeramente acerado.
Se trata de un vino aromático, dulzón y muy varietal. Agradable Moscatel de Alejandría con mezcla de aromas frutales (desde cítricos hasta manzana y sutiles notas tropicales) y florales.
En boca es bueno, goloso y jovial. Es un vino fácil de beber, con una acidez y dulzor muy bien conseguida. El recorrido del vino es muy agradable y al final sale un sabor cítrico muy fresco.

Color amarillo pálido con destellos verdosos.
La nariz conjuga notas florales, fruta tropical, sobre todo piña y mango y recuerdos a uva de mesa, resulta fresca y fragante, de buena intensidad.
En boca es fresco, correcta acidez, sencillo en un paso cargado de fruta, goloso, y con un final de media longitud en el que vuelven las flores y la uva de mesa.

Color amarillo pálido ligeramente con pinceladas grisáceas.
Muy aromático y expresivo. Aromas terpénicos en toda su expresión. Destacan aromas a melocotón en almíbar, fruta tropical, notas cítricas y frescas.
En boca es dulce y fragante. Jugoso Moscatel de Alejandría que es fácil de beber, se muestra vivo y muy frutal.

Desde el punto más oriental de la península, nace este vino con alma mediterránea y conquistador de los paladares más exigentes. Honra a este rincón del mundo, con montañas pobladas de terrazas de almendros,olivos y mares de viñedos. Es un placer para los sentidos degustar este vino hijo de esta tierra vieja y sabia. En sus montañas, valles, ríos domina la generosa uva moscatel. De color amarillo paja, límpido. Su aroma es suave y afrutado con matices frutos exóticos, notas florales a rosa fresca. En boca se expresa con una dulzura refrescante que sorprende. Postgusto largo. Es un vino que invita a ser disfrutado.

De color amarillo pálido y reflejos acerados.
De intensidad aromática media, con notas de jazmín, pétalos de rosa, zumo de uva, fruta tropical, algo de cítricos, con un toque de fondo ligéramente herbáceo.
La entrada en boca es golosa, muy moscatel, pero es un vino seco. La acidez está en su justa medida, dotándole de equilibrio al conjunto, y remarcando su perfil alegre. De tacto suave, se bebe fácil y deja buen recuerdo.

Es un vino aromático y fragante, posee esa moscatel viva pero sin pasarse. Hay flores blancas, uva de mesa, fruta tropical donde sobresale el mango, pulpas de cítricos...

La entrada en boca es fresca y de un punto dulce, bien comedido. La acidez nivela y señala, se pega a las encías lo hace más ligero y jugoso aunque deja su carga y el recuerdo de las frutas y de las flores.

Fase visual: Color amarillo muy pálido.

Fase olfativa: azúcar glass, fresas y frutos rojos maduros, mantequilla. Aromas a frutas tropicales: piña, maracuyá y algo de melón.

Fase gustativa: Dulzor de esa fruta tropical, pero al que le acompañan notas florales. Postgusto con toques círicos y florales.