Nos agenciamos este monovarietal de godello atraídos por sus fantásticas críticas. Aunque está elaborado en pleno corazón del Bierzo no se acoge a ninguna D.O. Leemos que "Mengoba es la bodega personal de Gregory Pérez. Iniciado en 1998 en el Château Cos d'Estounel, Gregory aprendió los trabajos de la poda y de bodega de la mano de Guy Mallet. En España, formó parte del equipo de Luna Beberide y fue uno de los artífices de Paixar, uno de los mejores vinos de Bierzo. Los viñedos de Bodegas Mengoba se extienden por Espanillo, Valtuille, Villafranca de El Bierzo y Carracedo, a unos 600 msnm, sobre terrenos pizarrosos, calcáreos y pedregosos, y en ellos cultivan cepas viejas en forma de vaso. El trabajo en las viñas es puramente artesanal, con arado tradicional, y los tratamientos son mínimos". Pero vamos a lo nuestro. Su nombre "Las Tinajas" hace una clara mención a su "crianza" en ánforas de barro. Sacamos la botella de la nevera, lo abrimos y esperamos unos 30 minutos antes de proceder con su valoración a unos 14°C. Pensábamos que era un vino blanco, pero su color es desconcertante, similar a un orange wine, quizás adquiriendo el tono del barro...??? Tapón humedecido irregularmente, en algunas zonas hasta un 75% de su longitud.

VISUAL: Como decíamos su aspecto se acerca al piel de cebolla, en tonalidades cobrizas, con reflejos ambarinos. Nos descoloca mucho pues debía ser un blanco, realmente no sé como puntuarlo, pero lo calificaremos con una nota intermedia (87). Desconcertante color desde luego.

OLFATIVA: Nos vienen matices florales de rosas rojas y de flores silvestres. Agitamos y aparecen notas frutosas de frambuesa y de fruta con hueso, a níspero, así como un puntito de frutos exóticos, a mango y maracuyá. También hay apuntes especiados de canela y recuerdos herbáceos como de laurel. Por último un toquecito cítrico de ralladura de naranja y un atisbo de pimiento rojo. De intensidad media pero bastante complejo (90).

GUSTATIVA: Qué delicia en boca, se podría confundir con un clarete tinto riojano, contundente, de cierta corpulencia, alta acidez, amplio y voluptuoso en boca, impresionante su ataque. Paso por boca amable, sedoso y aterciopelado, con notas de chuches de fresa y de zumo de naranja, bastante dulzón. De tacto cremoso y amable, gran pegada, ligeramente licoroso, con matices retronasales de rosas rojas muy claros. Post-gusto frutoso, con apuntes de maracuyá acompañados de fruta roja fresca, a frambuesa y cerezas. Nos está encantando, esperábamos un blanco, nos sale rosadito... orange wine??... una delicia, cómo me gustan estas sorpresas. Ahora asoman recuerdos arcillosos delicados que hacen justicia a su crianza en esas ánforas de barro. Con esa sedosidad, de gran frescura, nos encanta este vino, de estilo muy peculiar. Gran trabajo del amigo Gregory Pérez, crianza en tinajas de barro, maceración pelicular de 10 meses, y qué producto que ha obtenido, una pasada. Desconcertante y riquísima mengoba (95).

La RCP la dejaremos en buena. Vinazo, pero nos costó 32 euros.

MARIDAJE: Lo abrimos con un fabuloso pulpo a feira con all-i-oli. Otro día acompañó nuestra recurrente torraeta de anchoas, y nos lo terminamos con una jugosito lomo de albacora a la salvia en salsa de maracuyá. Espectacular en cada uno de los maridajes. Quizás lo destacaríamos con esa rica albacora. Sabores marinos y de fruta tropical en absoluta armonía con la frutosidad y frescura de nuestro vinazo. Qué alegrías nos da este mundo del vino amigos, alucinando estoy...

VIDEOCATA:  https://youtu.be/L_IsElVOtbw

Salud-os!!