El vino CM by Carlos Moro 2015 tiene un bonito color rojo cereza, de capa media-alta y destellos violáceos.
En nariz se aprecia fruta roja madura -frambuesa y fresa- con una buena intensidad y un fondo de aromas de crianza muy agradables y moderados.
En boca es fino, elegante y con una buena estructura. Fruta roja con especias y balsámicos.

Rojo cereza de buena capa con ribete granate. Rica nariz con buena intensidad con frutas rojas maduras y ciertas sensaciones minerales de piedra caliza. Hay mentoles, un pelín de hojarasca, vegetal húmedo (tabaco), pequeña sensación de líquenes y final que recuerda a lo ferroso – metálico, bajo un perfil un poco reducido y que desvía la intención del vino bajo una sensación de calado subterráneo y una fruta más pocha. En boca es rico, suave y con sabores de fruta roja madurita, caramelo de fresas, buena acidez y recorrido, que llega hasta un posgusto medio donde se deja sentir nuevamente los caramelos y su acidez típica. Retronasal donde sale la misma fruta más madura y quizás lo tonos vegetales y algún giro terciario. Un vino rico, claro, de buena dimensión y donde la fruta roja juega un papel protagonista, bien elaborado y con sinceridad en sus formas. Se percibe cierta puntería enológica de hasta donde se quiere llegar con esta añada. Detrás de este proyecto está el emblemático bodeguero Carlos Moro (Matarromera), experiencia, sentido y criterio no le faltan.

Hola a todos. Es un extracto de una noticia sobre la bodega. Os dejo el link del reportaje de la bodega al final.  Me pareció un vino muy elegante. Y la bodega, pequeña, tiene un calado precioso, hay que conocerla.

Vino de entrada a la gama alta de la bodega, lo siento redondo en su resultado. Es este CM un vino empático, de ésos que levanta simpatías. Intenso pero con educada moderación en copa, resulta casi explosivo en nariz, muy de su zona, “una tierra esta de la Sonsierra difícil, pero extraordinaria si sabes entenderla”. Lo complejo da más satisfacciones que lo sencillo, y cuando consigues sacar lo mejor de estas uvas la alegría es grande, debieron pensar en Carlos Moro.

Picota a la vista, lágrima densa y lenta en su perezoso tintado, el vino pide paso con un ligero toque de ahumados del roble en el que se ha hecho mayor -65% americano/35% francés-. Aparecen unos sutiles torrefactos que complementan a la fruta roja madura. Nace en la zona alta de San Vicente, en los pagos de Gallomate, San Martín y La Rad, de donde toma la potente carga frutal. Resulta joven, fresco e intenso, pero sobre todo elegante, ofreciendo un punto de tierna mineralidad que seduce. Cuando dejas la copa en la mesa el poso en boca es largo, dejando un resabio de notable vino que pide reincidir en el pecado.

https://quienariojavino.com/2017/10/24/bodega-carlos-moro/

Color rojo picota de capa media-alta.
La nariz es de buena intensidad, fresca, fruta fresca, especias, ahumados y un aire vinoso que muestra el equilibrio del conjunto.
En nariz tiene buen ataque, con muy buena acidez que vertebra el paso del vino, tanino presente bien integrado, amplio, estructurado y con un final de buena longitud en el que asoma fruta y recuerdos a café con leche.

Sorprende en la copa por su frescor, rico toque vegetal de un raspón lignificado. Notas ahumadas y una singular fruta roja en forma de cereza y de grosella envueltas en una trama dulce de especias y de una rica crianza. El tostado es tan intenso como fino.

La entrada en boca es redonda y de una leve golosidad proveniente de una rica fruta madura. El tanino es verdad que marca, pero tiene bondaz, se deja disfrutar, busca la comida y algo más de reposo en la botella.

De color rojo picota, brillante y ribete azulado.
En nariz es de intensidad media, con muchos aromas de fruta roja madura, pimienta negra y delicados ahumados muy bien integrados.
El ataque en boca es cremoso, con buen cuerpo y tanino redondeado. Fresco y franco. Mejorará con el tiempo y descanso en la botella.

Nuevo proyecto del inquieto y emprendedor empresario castellano Carlos Moro en La Rioja y concretamente en San Vicente de la Sonsierra.
Botella nº 6.292 modelo borgoñón y con la contraetiqueta de vino joven. Etiqueta que la viste de diseño elegante, alegre y diseño moderno. Corcho que la cierra de calidad.
A la vista un color rojo picota, granatoso y notas violáceas de capa alta. Muy buena, densa y lenta lágrima en su perezoso deslizamiento por el cáliz de la copa al que tinta. Ribete granatoso y violáceo. Limpio y brillante.
En nariz me encuentro con frutas rojas con una intensidad media plus. Madera de su crianza en segundo plano. Notas balsámicas y leve pimienta negra.
En boca,se percibe claramente que le falta botella, es elegante, carnoso, fino, con volumen, con los taninos presentes y domámdose. Leves notas de la madera de su crianza. Con el tiempo evoluciona y se percibe monte bajo. Con carga frutal.
Correcto paso de boca y es un vino largo. Me da una permenencia de 2,30 minutos.