Excelente vino que ha ido evolucionando a lo largo de 24 horas hasta alcanzar su mejor versión en las últimas copas servidas al día siguiente de su apertura.

Recién abierto sorprende con una entrada en boca suave y sedosa (esperaba un vino más contundente), con primeras notas de fruta blanca (melocotón y albaricoque). Se muestra jugosa como la carne pegada al hueso. Gana intensidad conforme avanza, con una buena acidez que transforma la fruta en roja. Finaliza el recorrido con un ligero amargor que recuerda a la almendra que contiene el hueso de la fruta.

Con más aireación gira 180 grados y surge la madera de forma contundente con unos intensos tostados algo agresivos, orujo de café y un exceso de alcohol mal integrado que calienta la boca. Surgen también los taninos bastante secantes.

Con más tiempo muestra su cara más amable. Sigue predominando la madera pero han perdido intensidad los tostados y toman protagonismo notas de cacao, chocolate negro, bombón de licor, café y una sensación terrosa. Los taninos se muestran ahora dulces y el alcohol se ha integrado y pasa desapercibido. Surge una acidez de media intensidad y alguna ligera nota de fruta roja licorosa (guindas en licor) que evitan que el vino resulte empalagoso. Final largo de media intensidad con notas amargas que vuelven a recordar a la almendra del hueso de la fruta.

Pasadas 24 horas da lo mejor de si. Ha ganado en intensidad y cuerpo, con percepciones similares a las del día anterior pero dando una sensación más redonda, mejor conjuntada y con más equilibrio entre fruta y madera gracias a que la fruta roja licorosa gana intensidad. El final se muestra más afrutado y licoroso, continuando con notas de cacao y chocolate negro. Cuando parece que se va ha acabar ......surge de nuevo una fina trama de almendra amarga que se alarga de forma extraordinaria dejando un sabor de boca muy agradable. FANTASTICO.