Después de un invierno más seco de lo habitual y con temperaturas bajas, llega la primavera iniciándose la brotación hacia finales de abril. Las temperaturas aumentan y con las precipitaciones de mayo y junio la viña desarrolla una buena vegetación. El verano se caracteriza por escasas precipitaciones y temperaturas calurosas, normales para esta época del año, y con la falta de humedad del suelo, proporciona racimos pequeños y uvas pequeñas, es decir, poca producción por cepa, lo que se traduce en una buena madurez hacia finales de septiembre. La vendimia comienza a primeros de octubre con un excelente estado sanitario y con un nivel de madurez ideal, de aromas, color y sabor. Fino e intenso, aterciopelado en boca, fino y arraigado a la mineralidad que aparece en primer término acompañado con sensaciones de fruta negra (mora, arándano) con toques de madera ahumada y un fundo de trufa, setas y sotobosque.

Selección de cepas con suelos de grava que son los mejores de la Ribera. Seleccionan pequeño majuelos para elaborar este vino.

Majuelos de Callejo se muestra tremendamente fino e intenso, aterciopelado en boca, fino y arraigado a la mineralidad que aparece en primer término acompañado con sensaciones de fruta negra (mora, arándano) con toques de madera ahumada y un fundo de trufa, setas y sotobosque que lo hace sumamente interesante. En boca sus taninos son dulces y maduros, amplio, de intensa acidez, ligero amargor, largo y persistentemente equilibrado. Un vino encantador lleno de vida e impregnado del espírito que hemos visto reflejado en la expresión de Noelia Callejo.

Analísis + cata + galería de fotografías en www.akatavino.es/bodegas-felix-callejo-la-historia-de-un-visionario.html & https://www.verema.com/blog/akata/1391052-bodegas-felix-callejo-proyecto-vida