Dorado con algún destello ocre, levemente velado y ya sin burbuja.

Nariz que identificamos claramente por su parecido con la tanda de champagnes “básicos” de los 60 que mencionaba anteriormente, apareciendo aromas de manzana asada, confitura de limón y tonos dulces (bollería de crema, miel), sobre un fondo ahumado.

Boca redonda, con volumen, golosa y de buena acidez, fruta en compota y apuntes cítricos y dulces (canela, vainilla). Final largo que deja un regusto dulzón un punto descompensado que le resta finura.

Un buen champagne en todo caso que sobrelleva sus 50 años con mucha solvencia.

Cata completa en:
https://www.verema.com/foros/foro-vino/temas/1281465-i-cata-champagnes-prestige-viejunos

Dorado intenso ligeramente velado, burbuja apenas perceptible.
Nariz de media intensidad y con las características de los Champagnes viejos, más parecidas a vinos blancos de corte clásico con esos recuerdos de flores marchitas, frutas de hueso muy maduras y casi compotadas, trazas especiadas, ahumados, cítricos en confitura, miel y orejones, hierbas aromáticas y ahumados. Complejo.
En boca muestra elegancia y buenas maneras, es un vino equilibrado y con cierta profundidad, destacable acidez y notable longitud, lo único que hace que no sea redondo del todo es un excesivo dosage que se nota en un final dulzón que desconcierta un tanto y que lo hace más amable, pero que sin duda resta carácter.
Henri Abelé es una casa histórica que no pasa en la actualidad por su mejor momento desde que fue comprada por Freixenet, pero que sí que tenía prestigio en su época, siendo esta Sourire de Reims su cuvée más puntera. Un buen vino que no es más grande por el excesivo dosage que atesora.