Hoy tenemos el inmenso placer de abrir esta botella perteneciente a la grandiosa cosecha de 1.964 en la Rioja. La verdad es que le teníamos ganas después de haber disfrutado enormemente con las añadas del 55 y del 59, tremendas ambas. El tapón lo intentamos sacar primero con el abridor de lamas pero nos fue imposible. Después nos llevamos la grata sorpresa que con el abridor estándar de tijeras y con cuidado salió sin más complicaciones, tintado y humedecido en toda su longitud. En cuanto al nivel del líquido un tanto bajo, como un cm por debajo de la base del cuello. En esta ocasión abrimos nuestro vino y dejamos que respirase por espacio de tres horas antes de proceder con su valoración a 17°C.

VISUAL: Presenta un bonito color rojo cereza de capa media-alta con un ribete amplio y luminoso en tonalidades ocre y teja. Bastante limpio, brillante y sin presencia de lágrima (94).

OLFATIVA: A copa parada emana aromas de fruta roja madura, acompotada, con toques incluso de fruta escarchada, de orejones. Con el líquido en movimiento nos vienen notas dulzonas de uvas pasas, especiados de canela y vainilla, balsámicos de regaliz y herbáceos de montebajo mediterráneo. Al rato aparecen esos apuntes viejunos fúngicos, a desván, armario cerrado y naftalina tan típicos de estos riojas entrados en años. También nos deleita con terciarios de tabaco inglés, cuero curtido y con la presencia de una madera muy elegante (ebanistería fina). La intensidad es media y su complejidad fantástica (92).

GUSTATIVA: En boca es un 64 al uso, ataque poderoso, con una alta acidez, amplísimo y muy opulento. Taninos tipo ave fénix, suaves de inicio y poderosos al final, espectaculares tras cada sorbo, pétreos y señoriales. Su paso por boca es increíblemente fresco, frutoso y un tanto licoroso, desprendiendo aromas retronasales de flor marchita y fruta en sazón. Post-gusto muy elegante, equilibrado y redondo por los cuatro costados. Sedoso, con notas animales, de cuerpo medio y con una persistencia de dos minutos y 20 segundos. Bien, no es el mejor 64 que hemos probado aunque de entrada sí presenta algo de mala leche que dice el maestro Limonero. Quizás le echamos a faltar algo más de corpulencia y carácter en el post-gusto, pero ojo!, es sin duda un vinazo sobresaliente, muy amable, tremendamente elegante y que se disfruta con gran placer (93).

Por cierto, mi valoración de vinos número 999... Tenemos guardado algo especial para la n° 1.000.

La RCP fue excelente. A finales de 2015 conseguí esta botella por tan solo 28 euritos.

MARIDAJE: La abrimos con nuestro surtido de jamón, embutidos ibéricos y queso curado. Después acompañó unos contramuslos de pollo en masala con mellocos y alcachofitas y nos lo terminamos con unos suculentos bistecs de ternera al tomillo con brócoli y champiñones. Decir que estábamos tan ansiosos el primer día, que la foto del embutido se nos pasó al inicio ):. Pero bueno, destacaremos el maridaje con la carne roja, apuntes sanguíneos y herbáceos en total armonía con las notas frutosas y licorosas de nuestro vinazo. Sensacional vinito, historia viva de la Rioja!!

Salud-os!!

Resulta casi imposible abrir este viejo Glorioso. El corcho se había convertido en una materia "extraña" a medio camino entre el chocolate deshecho y el serrín, que más que ser extraído ha acabado escurriéndose del cuello de la botella. Afortunadamente el interior no había sufrido por ello y la botella permanecía bien sellada. Veamos: de color rubí rojizo de medio cuerpo, claro. Reflejos ambarinos y cobrizos, sin mucho brillo, mate. Fuerte sensación de grosor, lágrimas amplias, permanentes. Ribete mínimo, atejado.

Al abrirlo lo primero que nos viene en mente es su gran parecido con el Glorioso C.E. 1966. De estilo suave, discreto, yendo de menos a más, paso a paso, sin parar de ganar en intensidad y en una brillante expresión de Rioja tradicional: frutos rojos confitados, mermelada de naranja inglesa, cuero viejo, vainilla, hoja de habano, establo, crin... Hermoso, complejo y frágil, circulando al paso en todo momento, sin prisas pero seguro.

En boca se presenta con más peso y estructura de lo que habíamos esperado. Serio, seco, austero, compacto pero vivo y dotado de una acidez y una pegada muy interesantes. Se bebe con muchísimo placer. Le falta algo más de profundidad y barroquismo para llegar a la altura del recordado Glorioso 1959 Reserva Especial. Aún así es un gran vino!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/09/glorioso-cosecha-especial-1964-gran.html