Juventud disfrazada

La etiqueta blanca me desconcierta un poco con esos bichitos recorriéndola y dejando un rastro en perpendicular a la botella aunque entiendo su utilidad para que el consumidor potencial identifique el vino con su filosofía.

El corcho ya nos depara buenos augurios con un olor frutal fragante y atractivo y sin derrochar tinta por el contacto.

A los ojos el vino es una auténtica preciosidad:

Su color es rojo picota muy amoratado con un ribete increíblemente rosa y un brillo cálido. La capa que se enseñorea del cristal no lo cubre totalmente, mayor que una media pero sin llegar a una alta. La lágrima cae, un poco perezosa.

La nariz se quería saltar mi contemplación pugnando por atraer mi atención antes de tiempo como si supiera de mi debilidad por los aromas. Cuando ya por fin le permito acercarse explota de alegría con miles de frutas rojas maduras, desde la saltarina cereza hasta la golosa grosella, nadando en yogur cremoso y con una frescura de exultante sonrisa.

¿Dónde esta esa madera de siete meses que no se muestra? ¿En esas tímidas notas de pimienta? ¿O quizás en esa hoja de tabaco grande y sin secar?

Pero la fruta se resiste a abandonar su protagonismo y se concentra sobre sí misma tornando en mermelada de frutas del bosque, bosque cuyo suelo aparece teñido de pizpiretas violetas. Tras ir y venir de la boca, ese campo de violetas se convertiría en fragancia de lavanda con puntitos de anís, y las notas más oscuras, más graves de la pimienta y la hoja de tabaco se acentúan pero la golosina se mantiene en forma de regaliz rojo y anticipa la boca.

El tacto es más estructurado de lo que yo anticipaba y en un primer contacto destaca la fruta muy fresca con destellos ácidos y un postgusto dulce. Más tarde, los destellos ácidos se han convertido en un ligero tono amargoso que provoca una ligera pero inesperada estridencia, rebeldía adolescente que ha de ser domada en botella.

Un vino que busca complacer y lo consigue, que despliega atractivo frutal y una tímida seriedad que disfraza de desenfadada juventud.

Me gusta.

Cata de ©Puck

  • Habitat Ecológico Tinto 2012

    Habitat Ecológico Tinto 2012

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    JaviValencia

    Ese vino tengo que probarlo yo, o sea que hay que ponerse a indagar ;-)

    Pedazo de cata made in Puck!!!

    XXX

  2. #2

    Mara Funes

    en respuesta a JaviValencia
    Ver mensaje de JaviValencia

    Pues a nadie se le da mejor investigar que a ti ;-)

    Mara
    www.verema.com/blog/el-bosque/
    www.verema.com/blog/puck/

  3. #4

    JaviValencia

    en respuesta a Mara Funes
    Ver mensaje de Mara Funes

    Gajes del oficio ;-)

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar