Restaurante Arrocería Duna en Valencia
Restaurante Arrocería Duna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
34,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.5
Comida COMIDA
6.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
4.8
Opiniones de Arrocería Duna
OPINIONES
45

Eramos un grupo de seis con cupon de Groupalia, ya imaginabamos, por tanto, que iba a ser flojo el menú ofertado. Pero ello no quita que la higiene no estuviera a la altura.
Llegamos y los manteles estaban sucios, llenos de tierra y mosquitos muertos. Se nos ocurre tocar los platos de presentación y pan y al pasar el dedo nos llevamos un montón de suciedad, comprobamos entonces que todo está igual de lleno de polvo o suciedad, vasos, cubiertos, etc. Pedimos que nos lo cambien y sin inmutarse ni dar explicaciones sólo nos cambian los platos, las servilletas quedaron sucias, los vasos igualmente y el mantel lo sacudimos un poco con las manos.
Pedimos cervezas y dos martinis, estos últimos venían con mosquitos y con un sabor extraño que no parecía que fuera martini. Volvimos a reclamar al camarero que nos cambiara los martinis, enseñándoles donde estaban los visitantes inoportunos. Otra vez, sin inmutarse y sin dar explicaciones, como si estuvieran acostumbrados a las quejas, nos cambiaron los martinis.
La comida?, que deciros de los entrantes: pescaditos y chipirones con huevo escalfado, eramos seis, siete pescaditos, floja presentación. De primero paella valenciana (con costillas de cerdo, como suena) y arros a banda, normalitas.
El postre y el servicio de vino dentro de lo normal en cualquier bar, este es un restaurante que se precia de ser bueno.
No quisimos armar follón, pero si no hubieramos ido con cupon de groupalia es para levantarte e irse sin pagar nada.
Es raro que con todas las opiniones negativas no tomen unas medidas diferentes a la de no contestar al cliente (que esta bien no llevarle la contraria, pero estaría mejor prevenir el desastre).
Repito, penoso hasta el café (nunca mejor dicho). No lo recomendaré nunca. HUID si pasais cerca.

Fue todo tan horrible, tan demencial y tan alucinante que no creo que la narración de la historia le haga justicia a lo que vivimos. Jamás nos habían tratado tan mal en ningún sitio.
Teníamos una importante celebración familiar de 25 personas reservada de un mes antes.
Una vez en la mesa, sólo había un camarero para los 25. Después de 35 minutos sentados, nos sirven el primer entrante pero no había bebida. La pedimos al camarero una vez, dos veces, tres veces …. Imposible, fin del primer entrante sin bebida. La sirven al fin (le pedimos la botella en la mesa pero no nos la deja porque según el camarero “yo llego a todo y a ustedes no les va a faltar de nada”).
Segundo entrante: Exiguas croquetas. Ni siquiera había para dos por persona. Reclamamos al camarero y al cabo del rato aparece con 6 más diciendo con chulería “había de sobra, pero estas os las pongo yo de mi parte, porque yo quiero”. Al ser una comida familiar y estar tanta gente, decides no armar escándalo y seguimos. Claro que seguimos sin pan, sin bebida, sin comida … porque un camarero solo no puede con 25 personas.
A todo esto, la comida muy vulgar, muy escasa y algunos platos francamente malos como el calamar con crema de queso (repugnante) y la paella de pollo y conejo, tan empastrada que parecía aceite con arroz. Había también, a elegir, un meloso de bogavante y pato (vulgar) que fue servido de mala manera y a toda prisa por el camarero. Cuando una de las asistentes le pidió que, por favor, le pusiera un trozo de bogavante porque no tenía ninguno en el plato, el camarero se dio la vuelta cogió un trozo mientras decía “a ti lo que te hace falta es una copa de vino”. ALUCINANTE!!!!. Y ya íbamos por el segundo insulto!!! Y claro, lo mismo no vas a levantarte e irte que era lo que procedía por el tema familiar.
Uno de nosotros se levantó para hablar discretamente con el encargado que además, según le informó, era el dueño y…..PEOR , el tío más chulo que el camarero.
A estas altura a nosotros ya nos había fastidiado toda la celebración familiar, y la comida siguió por los mismos derroteros: mal servida, mala calidad, media hora entre plato y plato, malas contestaciones….
Evidentemente mi consejo: NO VAYAÍS JAMÁS. Además de no comer bien, os tratarán peor que mal, os humillarán y os fastidiarán cualquier cosa que estéis celebrando.
No puedo poner el precio exacto porque era una comida familiar pagada por el homenajeado así que será aproximado

Trato distante, ruidoso, griterío, calor, camareros poco profesionales y sobretodo una comida nada espectacular para lo que pagamos mi acompañante y yo.
No puedo decir nada más, solo que no volveré a ese restaurante.

Miguel Embuena

Como comenté en alguna ocasión anterior, este es un restaurante de lo que vuelves. En esta ocasión las tellinas tenian, bajo nuestro punto de vista, más arena que la deseada, pero el Calamar, presentado con crema de queso, mejoró bastante las tapas.
Vino Bahia de Denia, muy muy recomendable y de plato principal arroz del señoret en paella, pero en el centro, que parece que cunde más.
Postres, capuchino de coco y mango y tarta de manzana, seguimos apostando por la tarta de manzana.
Servicio, una vez más, debo decir que muy correcto.
Este año, si no mejora el tiempo, mal lo de visitar la playa, pero volver, casi seguro que volvemos

Nosotros solo podemos hablar bien de este lugar...Tanto es así que decidimos casarnos allí!!! En nuestro caso, lo consideramos un escondite ideal para cualquier día de la semana que necesites sentirte como en casa pero... en un espacio privilegiado. Nuestro arroz favorito el de rojos! en su punto siempre...así que para nuestra boda se sirvió éste mismo, con un surtido de pequeños bocados exquisitos a modo de cóctel...Los camareros son encantadores, el espacio idílico, los dueños acogedores, la comida sensacional..y la fiesta asegurada. Nuestros invitados no podían parar de decir que era la mejor boda a la que habían asistido nunca. Todo salió genial y fue realmente entrañable. Pero de nada sirve contarlo... ¡hay que vivirlo!

No se puede vivir toda la vida de los logros del pasado y descansar en los laureles, cuando tienes un restaurante. Hay que seguir creciendo o por lo menos mantener el nivel manifestado, porque si no, el sitio en un entorno privelegiado a la orilla del mar(no les afectará la Ley de Costas?)se convierte en mero escenario de desfile del pijerío local y la comida floja-flojissima. Los entrantes - croquetas de bogavante, dejadas caer en silencio dentro de un cuenco sin más. Aquello parecía el aperitivo que te sacan como cortesia del chef, mientras esperas a los platos pedidos, y por el sabor podrian ser tanto de bogavante, como de cualquier cosa. El arroz del seÑORET para 2 personas, parece que se llama así, porque a lo unico que sabe es a ÑORA, la reina y protagonista del plato, bien grandecita en el centro, mientras a su alrededor lucían apenas 2 colas de gambas descongeladas y 2 mini-cigalillas. NADA MÁS. Encima, el arroz estaba QUEMADO, y no con "agarraet",tan apreciado por los amantes de los buenos arroces. A precio de 17 euros por persona, podrian haberse esmerado más,la verdad. El sabor fuerte de la ñora en la boca se preservaba unas horas incluso despues de la comida. Lo unico salvable en comparación con el resto de la comida, fueron los postres, pero para comer buenos postres no hace falta ir tan lejos, ni pagar tanto. Y para el colmo, el café se llevó la palma del peor cortado en mucho tiempo. A algun guiri tal vez se podría deslumbrar, más por las vistas que por la comida, pero a los arroceros habituales, como que no.
Y por ultimo, ya que algunos chirinquitos en la orilla de la playa con pretensiones de algo más se saltan la Ley de Costas, deberían exigirles un plus de calidad, en la comida y en servicio, por semejante privilegio.

Ya hace tiempo que queriamos cenar en este restaurante, la verdad es que teniamos opiniones de todo tipo, desde el mas critico nuestro amigo pedro,(experto por su trabajo como cocinero) el dice "elaborado y con un sabor muy mediterraneo" ,hasta el más pasota (Javi, digno de mención por su apariencia de mochilero,jejeje,!este solo come arroz!y su opinión tambien habia sido buena), en este caso nosotros compartimos la opinion de nuestro amigo cocinero ya que no tomamos arroz en la cena, el lugar es ideal, facilidad para aparcar, tranquilo y con el mar a 2 pasos,la comida lo mejor, sabores tradicionales con toques modernos.Cenamos un menu muy variado que habia ese día(12/02/2011), un vino tinto suave,con varios entrantes ;ensaladita fresquita ,unas innovadoras patatas bravas ,anchoas ,foie de manzana rebozado y lo mejor las croquetas de bogavante.Para el segundo plato,podiamos escojer entre cuatro, solo recuerdo dos de ellos, uno era rape, otro carillada y no me acuerdo de los otros, en nuestro caso pedimos carillada ,estaba muy buena, en su punto, un buen trozo de carne pero le pondría alguna patata más,es que la patata con esa salsita estaba muy jugosita, para acabar de postre pedimos una especie de torrija "moderna" que estaba muy buena y Carlos tarta de manzana, diferente a la comun y con mucho sabor. Todo ello en un ambiente agradable,con velitas,musica ambiente y unas estufas modernas que nos permitieron pasar una agradable velada. Lo peor fue el frío que hacía al salir, jejeje

Servicio verdaderamente nefasto. La comida normal y la situación del restaurante, es lo que les salva.
Las croquetas de Bogavante buenísimas y una ensalada, que como estaba sin aliñar pedimos el aceite y la sal, nos fuimos antes de que nos lo trajeran… Nos sentaron en uno de los mejores sitios, hacía frío por que estábamos a la sombra, no nos importó pues teníamos al lado una estufa de terraza así que pensamos que si hacía falta pediríamos que nos la encendieran como otras mesas habían hecho, llegado el momento, le dijimos a nuestro camarero si podía encenderla y nos contesto que no era posible, a los 5 minutos otro camarero del local se la llevó para ponerla en otra mesa y la puso en marcha sin ningún problema. Pedimos un arroz del senyoret para dos, desde que nos retiraron los platos de los entrantes hasta que sacaron el arroz paso hora y cuarto, y no se alargó más por que les dimos un ultimátum o nos sacaban la paella o la cuenta. El camarero nos dijo que nuestra paella se la había llevado otro camarero y la acababan de poner al fuego…
Y llegó el postre… en las cartas que sacaron solo coincidían 4 postres de unos doce que habían en la lista… y ni siquiera tenían el mismo precio… por supuesto preguntamos cual era el correcto y como no, era el mas caro. Ah, el vino lo mejor, en la carta ponía 15€ y nos cobraron 13’50€. Comentándolo con una amiga que había ido, todavía sigue indignada pues pidieron que les sacaran un poco de pan y el camarero se giró y cogió la bandeja de pan de la mesa de al lado que acababan de comer y se estaban marchando en esos momentos….

Reserva en domingo. Acudimos un tanto tarde, sobre las 15.15. En los primeros, calamar de playa, buena ensalada de tomate con ventresca y muy buen jamón. De segundo, paella valenciana, nada aceitosa, muy bien de sabor y de punto de arroz.
La carta de vinos, cuando fuimos estaba en proceso de cambio. Si no recuerdo mal, las copas son Spiegelau. De beber, pedimos Matarromera crianza, excelente.
Servicio algo apresurado y disperso, tema a mejorar. En nuestro caso la experiencia fue correcta y así la valoro.
El local se beneficia, por supuesto, de una excelente situación y una decoración interior en tonos blancos, sobria.
En cuanto al precio, fui invitado, no lo señalo.

Me recomendaron el restaurante y decidí llevar a mi novia a cenar por nuestro aniversario, no podía haber elegido un lugar más romántico. Al realizar la reserva nos atendieron muy amablemente y le comenté que quería reservar una mesa especial ya que era nuestro aniversario. A nuestra llegada quedé sorprendido de la especial atención que habían prestado a mi solicitud.
Mesa en primera linea de playa, velas y una rosa junto a uno de los servicios ( todo un detalle ).
Servicio muy atento durante toda la velada, empezamos con una copa de champagne ( moet rosé ) ; de entrantes tomamos croquetas de bogavante, foie con manzana caramelizado y gambas a la sal( por cierto presentación impresionante y calidad exquisita ).
nos apetecia probar un arroz que era lo que nos habían recomendado y nos decantamos por meloso de rojos, francamente una gran elección, el arroz en su punto, meloso no caldoso, como debe de ser, un fondo con un gran sabor y dos rojos para acompañar el arroz, muy bien presentado.
El maridaje que elegimos para la cena fue belondrade&lurton d.o rueda. Desde mi punto de vista la variedad de vinos es extensa y con vinos de calidad,icluso vinos extrajeros.
De postre nos decantamos por la tarta de manzana y la torrija caramelizada,los dos postres buenisimos...
para terminar la velada nos tomamos unos mojitos preparados por un auténtico cubano, un puntazo...
En definitiva he de decir que la cena y la velada fueron un éxito.
El precio algo elevado, pero en mi opinión la calidad del producto de primera ,el servicio y el enclave lo merecen, y yo tampoco escatimé a la hora de pedir.

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