Restaurante Arrocería Duna en Valencia
Restaurante Arrocería Duna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
34,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.5
Comida COMIDA
6.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
4.8
Opiniones de Arrocería Duna
OPINIONES
45

Es la tercera o cuarta vez que visito este restaurante y real y efectivamente hay algo en el que “Roza”! Algo que no acaba de enganchar o enamorar!
La ubicación es inmejorable! Las instalaciones, decoración y puesta en escena son mas que correctas, se ha prestado atención y cariño en vestir las mesas, en la vajilla, cubertería y cristalería, pero algo sigue desafinando y sin duda es el servicio!!! No entiendo por que se empeñan en “mediocrizar” un negocio que tiene todo para ser optimo! Y es que se siguen empeñando en dar de comer a muchos mas comensales de los que pueden atender y esto no es bueno!!!
A pesar de todos los pesares, comimos tarde, pero muy bien y pasamos un rato verdaderamente agradable, correcta la bodega, con muchas referencias, pero con alguna falta después de la “desbandada” del primer turno, mas que correcto el arroz y la fidegúa, bien las entradas y muy resultones los postres, todo bien! Incluso el precio, que esta en mercado… pero el bullicio ensordecedor, la locura de idas y venidas de camareros histéricos y sudorosos, los niños sueltos por la sala, cuando tienen toda la `playa a su disposición, los cuartos de baño en un estado lamentable, etc,… Hacen de un local que podía ser toda una referencia, en uno de tantos macro centros de reunión de fin de semana con la familia, una pena!
Por cierto, Chapeau para la nueva niña que hace de maître en la sala, que es de lo mas atento, agradable y servicial del mundo, sin duda, lo mejor del local, una perla! Creo recordar que se llamaba Merche.

Fui hace tiempo sin introducir comentario pero viendo las criticas, creo necesaria mi aportacion. Efectivamente el Servicio es lamentable...muy lamentable. Sin embargo la ubicacion y los arroces-fideuas son muy buenos al nivel de un Casa Salvador o La Rosa.
Hay que saber a lo que se va. Recomendacion: poco entrante, un buen arroz/fideua, un vino sin pretensiones y una mesa al borde de la arena...lo vale. Eso si, perseguid al Servicio...es lo que hay!.

Ubicado en un sitio privilegiado, aunque las dunas impiden ver el mar. Pedimos de entrantes el tomate valenciano con atun, puntilla y 8 cigalas con 8 gambas ralladas. Luego un plato cada uno, todo regado con 2 botellas de Carlota Suria. Los entrantes los puso todos dobles y lo mejor el alarde del metre, el cual nos dijo que se bañaba desnudo de noche en la playa (sin conocerlo de nada). Eramos cinco y nos cobraron 475 €. Sinceramente me sentí estafado. No vuelvo ni aunque me inviten.

Positivo impacto por la situación del local, que desapareció a medida que nos íbamos relacionando con el servicio. El señor que atendía la sala, como si de un salón de juego se tratara, después de indicarnos la mesa que le pareció, nos tiró, casi a la cara, la carta de comida. Le pedimos la de vinos (seguimos sin saber si tienen)y él nos recomendó un vino sorprendentemente rebuscado: MAR DE FRADES!! (aún no habiamos pedido la comida). Pero lo mejor viene ahora, al pedir los entrantes: uno era por encargo (hay que llamar antes) y el que no había que encargar nunca llegó a nuestra mesa. La camarera arrojaba los platos de espaldas, y no nos cambió el plato en ningún entrante. Minúscula comida a la carta sin a penas elaboración, eso sí, en enormes platos. Nada que resaltar. La cuenta: al cabo de 45 min.sin respuesta nos levantamos a pagarla en barra, y se equivocaron de mesa. Conclusión:mejorar urgentemente el servicio y más elaboración y cantidad en la comida. No volveré.

Situado en la primera de las rotondas al salir del pueblo de El Saler en dirección al Perelló (el camino es "Tallafoc de la Rambla"). Dispone de interior y terraza, decorado en tonos blancos, muy bien situado a apenas unos metros de la orilla del mar. Se aleja del concepto "chiringuito de playa", pero es una lástima que no cuiden algunos detalles como las copas (la mayoría no tan limpias como sería deseable).
En cuanto a la comida, buenos chipirones, pero muy, muy discreta la ensalada de tomate, atún, anchoas y mojama. Bien las quisquillas. De segundo pedimos una paella de marisco con el punto de cocción del arroz bien cogido, suelto, pero en cambio saladísimo de sabor.
En la carta podemos encontrar desde platos de "nueva cocina" hasta una larga lista de arroces, secos y caldosos o fideuà. Creo que en el apartado de la comida puede haber influído el tener casi lleno el restaurante, pero esto no puede ser una excusa, tampoco para el servicio, lento, de los pocos camareros.
Creo que disponen de armario de conservación, pero no puedo comentar la carta de vinos, ni la RCP. Buena localización, mejorable en muchos aspectos.

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