Fue todo tan horrible, tan demencial y tan alucinante que no creo que la narración de la historia le haga justicia a lo que vivimos. Jamás nos habían tratado tan mal en ningún sitio.
Teníamos una importante celebración familiar de 25 personas reservada de un mes antes.
Una vez en la mesa, sólo había un camarero para los 25. Después de 35 minutos sentados, nos sirven el primer entrante pero no había bebida. La pedimos al camarero una vez, dos veces, tres veces …. Imposible, fin del primer entrante sin bebida. La sirven al fin (le pedimos la botella en la mesa pero no nos la deja porque según el camarero “yo llego a todo y a ustedes no les va a faltar de nada”).
Segundo entrante: Exiguas croquetas. Ni siquiera había para dos por persona. Reclamamos al camarero y al cabo del rato aparece con 6 más diciendo con chulería “había de sobra, pero estas os las pongo yo de mi parte, porque yo quiero”. Al ser una comida familiar y estar tanta gente, decides no armar escándalo y seguimos. Claro que seguimos sin pan, sin bebida, sin comida … porque un camarero solo no puede con 25 personas.
A todo esto, la comida muy vulgar, muy escasa y algunos platos francamente malos como el calamar con crema de queso (repugnante) y la paella de pollo y conejo, tan empastrada que parecía aceite con arroz. Había también, a elegir, un meloso de bogavante y pato (vulgar) que fue servido de mala manera y a toda prisa por el camarero. Cuando una de las asistentes le pidió que, por favor, le pusiera un trozo de bogavante porque no tenía ninguno en el plato, el camarero se dio la vuelta cogió un trozo mientras decía “a ti lo que te hace falta es una copa de vino”. ALUCINANTE!!!!. Y ya íbamos por el segundo insulto!!! Y claro, lo mismo no vas a levantarte e irte que era lo que procedía por el tema familiar.
Uno de nosotros se levantó para hablar discretamente con el encargado que además, según le informó, era el dueño y…..PEOR , el tío más chulo que el camarero.
A estas altura a nosotros ya nos había fastidiado toda la celebración familiar, y la comida siguió por los mismos derroteros: mal servida, mala calidad, media hora entre plato y plato, malas contestaciones….
Evidentemente mi consejo: NO VAYAÍS JAMÁS. Además de no comer bien, os tratarán peor que mal, os humillarán y os fastidiarán cualquier cosa que estéis celebrando.
No puedo poner el precio exacto porque era una comida familiar pagada por el homenajeado así que será aproximado