Restaurante Casa José en Aranjuez
Restaurante Casa José
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
66 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.9
Comida COMIDA
6.8
Precio medio entorno ENTORNO
6.9
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Bacalao
Musaka
Sopa de tomate
Ensalada de col
Espinacas
Lubina
tarta de cítricos
cochinillo asado
merluza sobre crema de calabaza
Opiniones de Casa José
OPINIONES
20

Repetimos en este magnífico restaurante aprovechando una nueva oferta de una web de descuentos. En este caso se incluía el menú de Primavera (5 platos y postre) con maridaje de vinos incluído; las sensaciones, de nuevo magníficas. Empezamos:

Ambiente: ya descrito en anteriores comentarios. La reserva fue realizada para comer el Sábado y, en principio, se nos ubicaba en el salón de abajo (entiendo que por ir con descuento y por la gran demanda que tiene este restaurante en fin de semana). Llegamos a las 14:45h y, tras un aperitivo en la barra de la entrada, el amabilísimo maitre nos informa de que nos habilitarían mesa para comer arriba, sin solicitud previa por nuestra parte. Muy Bien. A las 15:10h somos conducidos al comedor superior y empieza el festín.

Comida: tras el refrigerio inicial en la barra de la entrada (2 excelentes manzanillas Fernando de Castilla y una cocacola, con invitación a un par de buenos pinchos de tortilla), empieza el menú propiamente dicho en sala.

Aperitivo:
- Verduras encurtidas: un generoso aperitivo compuesto de 5 piezas de verdura (berenjena, cebolleta, pimiento) levemente escalfadas en un suave escabeche. Respeto reverencial al producto hortícola (cocción mínima, exquisito crujiente de las piezas) solo matizado por un tenue matiz acetoso. Elegancia a raudales. Un 7.

Entrantes:
- Sopa de tomate con picatostes y helado de queso: (adjunto foto) un buen cuenco de densa y sápida sopa de tomate, bien untuosa y de sabor puro, aderezada con picatostes y una quenelle de un intenso queso de cabra. Perfecta conjunción de los elementos en boca y el heladito, de rechupete. Un 7,5.
- Musaka de berenjena y gel de cordero: (adjunto foto) una suficiente porción de este pastel griego ejecutada con maestría. Textura de mousse donde se amalgaman en perfecta armonía todos los ingredientes del plato: la carne -cordero en este caso-, la berenjena y un suave deje caprino aportado por finas trazas de queso. La porción se remata con un crujiente de berenjena y se adereza con salsa de tomate. Riquísima. Un 8,5.

Platos principales:
- Delicia de bacalao gratinada sobre puré de boniato: (adjunto foto) a modo de milhoja se sirve esta composición de lascas de bacalao, crema gratinada y dulce puré de boniato. La excesiva pesadez de la preparación (bacalao escasamente desalado y abundacia de crema) queda mitigada en parte por la suavidad del puré de boniato, pero el resultado final no acaba de ser del todo consistente en boca. Un 6.
- Cochinillo asado: exactamente la misma preparación que en nuestra anterior visita. Una buena porción de cochinillo cocinada con rigor academicista: gran ternura y melosidad de la carne (previamente deshuesada) y la piel bien crujiente y saladita. El aderezo eran cítricos (finas mondas y un gajito de mandarina) y el propio jugo de asado del cochino. Para repetir y repetir. Un 8.

Postre:
- Fresas de Aranjuez con Chantilly de rosas: una generosa ración de fresitas de Aranjuez (minúsculas pero llenas de sabor y dulzura) aderezadas con una aromática crema Chantilly de rosas (nata aromatizada con esencia de esta flor). Ligero y apropiado. Un 7.

Bebida: el menú se armonizó con un VQ de 2008 (un muy buen Sauvignon Blanc servido en copas Riedel) que acompañó perfectamente a todas las propuestas; a los postres incluyeron además 2 copitas de PX -acabaron siendo 3- (Don PX, de Toro Albalá) que nos esperaban en la mesa tras volver de fumar antes del último servicio. Detallazo.

El total consumido fueron los 2 menús, 2 Manzanillas "Fernando de Castilla", 1 cocacola, 4 copas de "VQ", 3 copas de PX "Don PX de Toro Albalá", 1 Bayleys y 2 cafés -sin Petit Fours. El total pagado fueron 86 euros, con invitación a una de las manzanillas y a los PX. Qué decir, simplemente perfecta RCP.

Lo mejor: la comida, el servicio -rápido, didáctico, amable-, la RCP... en definitiva, todas esas atenciones y pequeños detalles que determinan la excelencia de una experiencia. El hecho de que lejos de caer en la autocomplacencia, en Casa José se esfuercen en mejorar día a día, lo que redunda en el máximo disfrute del comensal.

Lo peor: nada malo que reseñar salvo quizás el pan, algo menos esmerado que en la anterior ocasión (rebanadas de una chapata bastante convencional)

  • Bacalao

    Bacalao

  • Musaka

    Musaka

  • Sopa de tomate

    Sopa de tomate

Tal y como explica Mtejido2000 acudir a CASA JOSE nos ha dejado magnificas sensaciones.
Tal vez tenga que ver que no fue posible reservar mesa en horario de tarde (como consecuencia de su gran demanda), y que en la noche del sábado, solo abierta la magnífica y acogedora planta abuhardillada del restaurante (prácticamente llena), nos permitió disfrutar de una sobresaliente cena en un ambiente tranquilo y casi exclusivo.
El menú degustación “el largo” es adecuado en cuanto a calidad y cantidad para una magnifica cena, tal vez para comer se quede algo escaso, una vez que está compuesto en su totalidad por verduras y hortalizas cultivadas en las huertas (propias del restaurante) de la localidad rivereña.
De los primeros platos destacaría las “habitas yodadas”, magnificas y sugerentes acompañadas como anunciaba la carta por “aire de mosto tinto”; los “espárragos laminados” realmente buenos, creo que es el plato más significativo de los que probamos…, no recuerdo el acompañamiento, pero era absolutamente magnifico; el “esparrago blanco-negro” muy curioso e interesante; y la “lechuga frita con raviolis de tocino relleno de guisantes”, de diez, tanto la lechuga perfectamente presentada como el increíble ravioli; y por último destacar la curiosa “alcachofa guisada al cacao”.
La calidad del producto de diez.
Como platos principales: bueno el “rodaballo de habas al curry” y magnifico el “buey cocinado a la sal negra”, lastima no haber repetido este último (nos fue ofrecido), pero para cenar no era necesario.
Para acabar, de postre, fresas con nata (¿…?) y un helado de ¿…?, lo siento lo mío no son los postres…
El servicio en sala fue en todo momento muy atento y personalizado, la atención del sumiller fue constante en cuanto a la elección y las diversas posibilidades para acompañar la cena. A falta del mallorquín “Gallinas & Focas” (del que desconocíamos su increíble proyecto y origen), nos decantamos por su variante: “4 Kilos”, magníficamente servido en grandes y sensacionales copas. Para rematar los platos principales, nos ofrecieron copas del estupendo “Tres Patas”.
La carta de vinos sin ser excesiva, está muy bien de precio, y en la misma se informa adicionalmente del enólogo, del terruño y de las cepas de los vinos ofrecidos.

Gran cena en Casa José de Aranjuez. Desde el primer aperitivo, una ensalada de col en crudo con ceviche, hasta las tejas del café. La sala del restaurante, arriba, tras pasar por el bar, es pequeña y acogedora, con techos de madera. Tomamos el menú clásico y nos permitieron hacer un cambio en uno de los platos principales. Lo acompañamos con un Belondrade y Lurtón 2010, bien servido. Siempre pendientes de rellenar las copas. El menú resultó abundante y sabroso. Recordamos especialmente lo crujiente de las espinacas en una de las preparaciones, la que venía con cigalas y mollejas. Muy bueno. Deliciosa también la ensalada de escarola y trufa con vieiras y papada de cerdo sobre crema de queso. Duro debate sobre si estaba mejor la papada o la vieira. La patata trufada con crema de hongos es más sencilla, pero el sabor era excelente. La lubina al vino tinto y falso helado de sepia también rica, muy jugosa. Yo tomé el carré de merino asado en cocotte sobre fondo de raíces, se sabor intenso aunque tal vez algunas partes de la pieza quedaron algo gomosas, pero en general bien. A quien no gustaba del merino, le pusieron un espectacular solomillo. Con este festín por poco no acabamos con la selección de quesos, pero se hizo "un poder" para acabar con las castañas en crema sobre láminas de cacao caramelizado y sorbete de chocolate- Afortunadamente no se hizo pesado, y la crema de castañas estaba buenísima. El servicio fue muy bueno y al final hasta charlamos un poco con el chef, Fernando del Cerro, sobre la suerte de tener en Aranjuez la oferta gastronómica que tienen y esa maravilla de verduras que se prestan a todo tipo de juegos y elaboraciones. Según nos comentó el menú degustación es "mas radical" en ese terreno. Habrá que volver para probarlo, aunque el regusto que nos dejó el clásico pone alto el listón....

  • Ensalada de col

    Ensalada de col

  • Espinacas

    Espinacas

  • Lubina

    Lubina

Primera visita a Casa José en Aranjuez y muy buenas sensaciones; os comento la jugada:
Llegada al restaurante a eso de las 21:30h (con reserva de compra Letsbonus realizada sin problema un par de semanas antes). Aunque el sitio no cuenta con servicio de aparcacoches no tenemos ningún problema para aparcar prácticamente en la puerta un viernes noche. Bien. Pasamos al local, un pequeño hall atestado que cuenta con una sobria barra bien surtida y animada. Pedimos cocacola y un fino para abrir boca y hacer tiempo, que nos sirven con dos pinchos de tortilla cortesía de la casa. Tapa de bar de barrio, y eso señores es un cumplido (agradable campeñanismo). Acabado el refrigerio localizamos al maitre (uno de los 2 que hay y que también ejercen como camareros) y somos conducidos a nuestra mesa, en la planta de arriba del local. Comedor burgués, amplio pero íntimo y con las mesas perfectamente espaciadas; predomina el uso de las maderas nobles en la decoración. Solicitamos el acomodo de nuestros abrigos (en principio la maitre no toma esta iniciativa) y finalmente nos hacemos con nuestro lugar.
El menú adquirido se componía de lo siguiente:
Aperitivo:
- Coles sobre gel de ceviche y sabores a yodo. Las coles son en realidad trozos de crujiente brócoli y el gel es la imperceptible amalgama que conjunta esta "macedonia". El sabor yodado es más bien de apio. Aperitivo generoso, rico y bien ejecutado. Se acompañaba de 4 finas láminas de pan cristal. Un 5.
Entrantes:
- Vichyssoise de puerro: pues eso, una buena taza de crema perfectamente atemperada y espesa, con un agradable postgusto ahumado. Un 6.
- Setas en escabeche suave y huevo Mollet: 5 tipos de setas (reconocí níscalo, trompeta de la muerte y colmenilla) sobre un fondo potente y amontillado, acompañadas por un huevo perfecto de punto de cremosidad. Las setas apenas escaldadas o con un tenue golpe de sartén, bien limpias y muy enteras, con todos sus matices sápidos respetados por un ajustado tiempo de cocción. El escabeche no es tal, es como dije un fondito claro (pero amplio de sabor) de regusto amontillado. La armonía en boca de los 3 elementos conjuntados brutal. Un 8 e in crescendo. Bien.
Platos principales:
- Merluza sobre puré de zanahoria: un taco de merluza con su piel crujiente asentado sobre crema de calabaza (no zanahoria) y coronado por una ensaladita de algas y el tan de moda ficoide glacial. La merluza una pizca pasada de punto (levemente pastosa en boca aunque excelente en el corte), la crema correcta y la ensalada potente y salina. El conjunto me dejó un poco frío. Un 6.
- Cochinillo asado: un taco de gorrino deshuesado con su piel crujiente y servido con una guarnición de mondas de cítricos y un gajito de mandarina. Buena ejecución y armonía de los elementos. Clásico. Un 7.
Postre:
- Tarta de cítricos: lo mejor de la noche; una base de pudding clásico y bizcocho y en la cima diferentes cítricos distintamente tratados (escarchados, crudos y soasados). Se acompañaba de una crema cruda y frutos secos molidos, un perfecto contrapunto para la dulzura del pudding y los distintos gradientes de acidez y amargor de los cítricos. Genial. Un 9.
- Bebida: a pesar de que lo contratado incluía maridaje con 2 copas de vino blanco Louis Latour y una de tinto Protocolo (o bien cerveza, refresco o agua), a nosotros se nos sirvió exclusivamente de una botella de blanco nacional que terminamos (7 copas creo recordar). La marca y DO no las apunté, sorry. Aparte se incluyeron 2 botellas de agua que no solicitamos en ningún momento.
- Pan: una generosa cesta con buenas rebanadas de tres tipos diferentes, muy ricos y artesanos todos ellos.
Hasta aquí el menú; 70 euros costaron los 2 cupones Letsbonus e incluyeron todo lo listado salvo las bebidas del bar (1 cocacola y un fino, 5 euros) y el acompañamiento que pedimos para los postres (1 copita de Don Pedro Ximenez y un bayleys, 9 euros las 2). Huelga decir que la relación calidad precio del menú es genial y que los precios de las bebidas son más que contenidos. El servicio impecable, bien coordinado y muy atento en todo momento (2 camareros-maitres en una sala de 8 mesas con unos 25 comensales), aportando explicaciones detalladas de los platos y con ese buen hacer tácito que tiene que ser de obligado cumplimiento en establecimientos de este tipo. Aun con ciertos desacompasamientos originados por la demora en la salida de algunos platos de cocina, un 10 más que merecido para esta gente.
Lo positivo: todo. El clasicismo bien llevado, el servicio, el entorno, la comida y el precio de las bebidas. Volveremos a por el menú degustación largo sin dudarlo.
Lo negativo: vajilla diferenciada para los clientes Letsbonus (copas de vino francamente cutres VS unas magníficas Riedel para el resto de clientes) y el hecho de que nos dieran la peor mesa de la sala (una estupenda viga de carga fue el tercer comensal a la mesa esa noche). Asumo que es el precio a pagar por obtener un buen descuento pero son detalles que no molan, sobre todo lo de las copas.

  • tarta de cítricos

    tarta de cítricos

  • cochinillo asado

    cochinillo asado

  • merluza sobre crema de calabaza

    merluza sobre crema de calabaza

Buena opción para acercarse a este restaurante sin tener que castigar mucho la cartea, aunque no es de los estrellados más caros que conozco, y este precio es francamente bueno (40.-€-pax)

El menú según la pagina web se compone de:

Aperitivo:
Sopa de tomate con helado de queso y picatoste.

Entradas a elegir (posibilidad de elegir medias raciones):
Carlota de calabacín al curry con calamar y crema de piñones ♦ Musaka de berenjena con cordero.

Segundos a elegir (posibilidad de elegir medias raciones):
Delicia de bacalao sobre puré de boniato ♦ Lomo de cerdo ibérico sobre lecho de acelgas.

Postres a elegir (posibilidad de elegir medias raciones):
Sopa fría de coco con helado de mango al jengibre y chips de piña (los chips que anosotros nos pusieron eran de chocolate) ♦ Normanda de manzana.

Bebida a elegir:
Maridaje con 2 copas de vino blanco y una de tinto (solo sirevn una copa de blanco) ♦ Cerveza ♦ Refresco ♦ Agua.

Los vinos para el maridaje son:
Para los entrantes: Ardéche Chardonnay, Louis Latour.
Para los segundos: Tinto Protocolo D.O. Tierra de Castilla.
Pan.

Y digo "según la web" porque solo ponen una copa de blanco y no es de la marca que publican.

Eligiendo medias raciones es posible probar todos los platos, es muy recomendable.

En general un menú agradable bien resuelto y compensado. Sin grandes alardes, pero suficiente y sin reproches.

Servicio de vino atropellado, nos llegaron a servir agua en vez de vino, ya que tenían una botella de vino rellena con agua en la fresquera. Sigue teniendo una carta de espumosos bien surtida.

Evidentemente tuvimos que pedir un vino fuera del menú, ya que con la copa servida es insuficiente.

En nuestro caso un Pierre Gimonnet & Fils, Cuis 1º Cru Blanc de Blancs, a 37.-€.

En el marco incomparable de Aranjuez, se encuentra este restaurante, al que sin duda volveré. Las verduras y hortalizas se notan que son ecológicas 100%. El menú degustación es muy completo y puedes cambiar algún plato que no te guste por otro, o por las sugerencias del día. El postre era un pastel de mandarina y cítricos. Y de los entrantes lo que más me gustó fue el huevo trufado. Lo recomiendo!!

Iniciar diciendo que es el primer estrellado de clara cocina tradicional al que acudo, y si bien no comimos mal en absoluto, si que encontramos ciertos peros, o por lo menos más de los que esperábamos inicialmente.

Empezando por el local, sólo decir que se trata de un sitio acogedor, casa de estilo antiguo, a juego con la gastronomía que se ofrece, vigas vistas, con techos inclinados, el comedor se encuentra en la planta superior, y si bien no tienen zona de no fumadores, el espacio entre mesas, y el ofrecernos una mesa retirada nos permitió disfrutar de la comida sin humo, ni para nosotros, ni para la pequeña, y todo esto en le marco que supone Aranjuez de por sí. Vestido de mesa, y decoración a la altura. Servicio atentísimo, cercano, amable, desde el primer hasta el último miembro del personal, no faltó ni una sonrisa, ni un jueguecito para el bebé, ni una mala mirada cuando nos tuvieron que ayudar a cargar el carrito hasta la planta superior, si se valorase el trato, se llevaría un 10 como la copa de un pino, he de decir, que inicialmente temía que, por el hecho de ir con un bebé, me fuese a sentir extraño en un restaurante estrellado, pero sólo puedo decir que me sentí como en casa.

La carta de vinos correcta, no se puede decir que destacase sobre manera, pero mantiene unos precios ajustados (Regajal 19€, Petalos 20€, Clio 32€, Finca Sandoval 24), sobre todo para restaurantes de pedigree, tratamiento del vino correcto, el fallo, fallaron mis dos primeras solicitudes, ante la segunda, me ofrecieron un Castro de Valtuielle (19€), que si bien me gustó, quizás le sobraba fuerza para la comida, y quizás un punto alcohólico.

En cuanto al condumio, y puesto que corríamos el riesgo de que en cualquier momento se despertase la niña, no era cuestión de alargar la comida hasta un menú degustación, así que nos decidimos por el classíco, compuesto de:

- Tomate asado a baja temperatura (aperitivo de la casa), cubierto de brotes: sencillez y sabor a huerta de toda la vida.
- Tosta de bacalao marinado: rico, cubierto igualmente de germinados y brotes.
- Huevo de corral en mollet con setas de temporada (angula de monte, cep y no recuerdo que más), igualmente rico, tampoco emocionante.
- Habitas con verduras, lo que dice el nombre, quizás con un caldo de carne muy suave, rico, pero nuevamente se echaba algo en falta.

Al final analizando todos los entrantes uno por uno, hay que decir que todos eran impecables, respetuosos con el producto, buena materia prima, pero quizás la combinación de todos resultaba triste, faltaba algún primero de mayor peso específico gastronómico, saludable a más no poder la selección, pero el cuerpo pedía algo más .

- Merluza gratinada con tomate salteado y patatas. Buen género, respetado, tanto que le faltaba incluso sal, y que la merluza no se encuentra entr emis pescado más llamativos, me dejó un tanto frio. Repetimos con un rico.
- Carré de Merina: que posiblemente fue el peor plato de la comida, aunque no estaba mal, creo que equivocaron dos conceptos, el primero el producto, la Merina es una raza que no me dice nada en especial, acostumbrados a los asados de ternasco (rasa aragonesa) y lechazo churro de vez en cuando, el hecho de que sa merina no me aporta nada, y segundo a ejecución, soy el primer defensor del producto poco cocinado, sangrante, menos cuando se trata de asado al horno, en esa ocasión, el cuerpo no me pide sangre, me pide la carne cocinada, por textura y sabor.

Postres bien a base de selección de quesos y tarta normanda de manzana, clásicos, y suficientes para alguien no muy de postres.

Así que, aunque la comida estuvo en lineas generales bien, o mejor dicho de forma individualizada (salvo la carne), no presentaba ninguna queja mayor, el conjunto acabó fallando. Si por otro lado, después de pagar 75 € por barba sin café, ni copa, la materia prima no supone ni la 4ª parte del precio del menú descontado vino, ni existe una técnica, ni tan siquiera una investigación que pueda repercutir en el precio, sientes que algo falla en la RCP, por lo menos en el menú clásico, y a pesar de que como digo has comido bien, notas que algo falla, quizás la estrella.

No puedo terminar sin agradecer de nuevo el trato recibido por todas las personas que nos atendieron ese día, si no descarto darle otra oportunidad, es por ellos.

La demostracion de sensatez culinaria ofrecida la pasada noche por Fernando del Cerro es apabullante . La variedad en el menu degustacion , la limpieza de sus elaboraciones , tanto en la presentacion como en la utilizacion de productos , demuestra una solida educacion gastronomica , foie , coliflor, bacalao , lenguado, lomo de ternera y sencillos pero grandes postres , junto a una cuidada bodega , atendida por un cariñoso Armando ( no confundir sus ganas de satifacer con otra cosa ) situan este rstaurante como la mejor oferta gastronomica de la periferia de Madrid ( junto a Chiron en Valdemoro ) en mi opinion . Champagne de aperitivo y pinot noir de borgoña acompañaron la cena , oferta vinicola que Armando se encarga de seleccionar y que no afectan al bolsillo . Muy recomendable.

** CASA JOSE /2 **
La comida: en un menú degustación de 4 entradas, un pescado, una carne y dos postres, en el total de la comida, incluyendo el aperitivo servido por ellos nos dan, dos veces platos con foie, dos veces platos con bacalao y en otras dos la guarnición era de tirabeques, pues no es normal.
El vino: Pedimos Viña San Román, del que nos avisaron que solo quedaban dos botellas.
El Servicio, salvando a Carmelo, el servicio estuvo muy mal, estando tomando un brandada de bacalao, se llevaban los platos sin haber terminado prácticamente y lo mismo con el primer foie, le comentamos al Jefe de sala, la necesidad de controlar estas prisas y dejarnos disfrutar si lo merecía, de la comida, la mesa desatendida en el servicio del pan (al centro, una cesta de pan cortado sin ninguna variedad ni interés), el vino constantemente servido por nosotros, el trato rayaba lo borde y en alguna contestación no fue la mas adecuada.
Para un local que ostenta una estrella michelín, estuvo mal, muy mal, la factura alta con una relación calidad precio, mala, Casa José es un buen Restaurante con altibajos (últimamente bajos) pero que no merece esa estrella michelín.

** CASA JOSE /1 **
Antes de comenzar a valorar este restaurante, un aparte para Carmelo que este día ejercía de jefe de sala, el único que destaco al nivel que esperas de un Local que ostenta una estrella michelín.
En los últimos meses hemos visitado casa José una par de veces más y hemos visto un gran bajón, quemas bien se acerca a una decadencia.
Nada mas sentarnos nos indican que se van de vacaciones y que hay algunos platos que ya no tienen y que están ofreciendo un menú degustación para ese día, lo aceptamos y comienza el desfile de platos.

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