Estupendo entorno: Acogedor e íntimo.
Servicio muy atento por parte de todo el personal.
Pedimos 2 menús degustación: Muy equilibrado, aunque no muy largo: aperitivos, 9 degustaciones, dos postres y petit fours). Todo muy bien presentado y con buenas materias primas. No pusieron ninguna pega en cambiarle algún plato a mi mujer (la lubina estaba poco hecha para su gusto). Con mi hijo de 7 años se volcaron por hacerle "su" menú (incluso le invitaron a un postre caliente de chocolate).
Carta de vinos amplia. Precios ajustadísimos (tomamos Dominio de Valdepusa Petit Verdot 2002 por 25€). Ningún problema al proponerles que lo decantasen.
La comida salió por 180€+IVA.

Ha bajado mucho este restaurante en el servicio, ya no es lo que era la gente distante ambiente frio y muy caro sobre todo muy caro para las exiguas raciones.
No se como puede mantener la estrella michelin .

Yo no se si esque tuve muy pero que muy mala pata
1/ las camareras debían de estar cansadas las pobres, porque ni una triste sonrisa!!!
2/ El vino estaba malo, de buenas maneras le intenté explicar que le encontraba algo, y el métre me soltó una parrafada tratandome de tonta, cosas como que es normal que este vino pique en la lengua, que cuanto más pasara el tiempo más alochol le iba a encontrar, que es normal el color teja en un enate merlot merlot!!!!
3/ platos fríos, repitiendo guarniciones
4/ en el comedor hacía frío, una chica de una mesa se quejó y la camarera con su expléndida sonrisa dijo: PUES SALE AIRE CALIENTE (pues yo tambien tenía frio, igual es que yo soy muy claiente, vete tu a saber)
5/ acabo de comer y no me pasaron migas, yo no suelo ser puntillosa, pero en un restaurante con una estrella michelin, en el cual yo pago un servicio, una comida y un ambiente agradable me parece que nada de eso me ofrecieron
NOTA: había un chiquito en la sala jovencito que era super agradable, hay que decir las cosas buenas

Nos llevó una amiga y nos sorprendió gratamente. Ciertamente el jefe de sala, Armando, su propietario, es una excelente persona, transmite calidez, amabilidad y buen servicio. Un 10 de 10. El restaurante está muy bien decorado y se está muy cómodo. Es un pelín pequeño en la parte superior y la barra inferior, queda un poco cutre (no va en consonancia con el local). La comida es una sorpresa, una mezcla de modernidad y tradición en la que se juega con productos naturales del campo. El servicio al vino es magnífico. Armando no recomendó un vino de Cuenca que resultó una gran acierto. No pagamos porque lo hizo nuestra amiga, pero seguro que lo bueno se hace pagar...

Muy recomendable y un aplauso por el "maridaje" entre sala y cocina...difícil en estos días de encontrar. Por cierto, ¿Por qué no VEREMA incluye en la valoración, además del servicio al vino, la comida y el entorno, el servicio de sala...para mi parte esencial a la hora de salir satisfecho o insatisfecho de un local?

Que magnifica Sorpresa!
En pleno camino entre Madrid dirección a Córdoba, nos dio por parar en un restaurante recomendado por la Guía Jaguar con un “Gatito de Plata”
Precioso chalet urbano en pleno centro del coqueto, histórico y castizo pueblo de Aranjuez.
Perfectamente decorado y ambientado, magnifica disposición y vestimenta de mesas, correctísimo e impecable, la vajilla, la cristalería, la cubertería...etc!
Cocina de mercado de altísimo nivel y presentación, con agradables y distinguidos guiños de autor. Buena carne, buen pescado y especial mención para la alcachofas, las entradas en general y los buenísimos postres.
Excelsa carta de vinos, con multitud de referencias.
Quizá el único problema, es que no es precisamente barato, pero de verdad que vale la pena!
Muy recomendable!

Después de ver el comentario de Jeff y el restaurante recordé haber estado allí entre 1999 y el 2000 (de hecho me llevo mi mujer con unos amigos, ella fue una vez y quedó muy contenta). Obviamente no recuerdo exactamente lo que tomamos aunque sí puedo decir que el recuerdo es de una cocina muy elaborada con platos exquisitos y bien escogidos. La carta de vinos me abrumó sobremera aquel entonces. Tengo un grato recuerdo y volvería.

ESTE NO ES UN COMENTARIO SOBRE EL RESTAURANTE, SI NO SOBRE SU BARRA.

Llegamos por casualidad a este coqueto restaurante y no teníamos reserva, así que optamos por tapear en la barra.

El resultado interesante: compartimos corazones de alcachofa rellenos de erizos, milhojas de salmón con mantequilla de anchoas, foie caramelizado, delicia de bacalao, un rodaballo con infusión de perejil y un pequeño surtido de postres que incluia una crema de puerros con chocolate! (quizás lo más flojo). Buena cocina asentada en la tradición con influencias francesas.

Todo ello regado con un par de botellas de Chablis Louis Latour Premier Cru 2000 (17€) en copas Schott. Temperatura perfecta, servicio sin ceremonias. La carta de vinos interesante y aunque no extensísima sí más que suficiente, precios por debajo de lo habitual en la zona con alguna nota discordante.

4 comensales por 110€ todo incluido, no exactamente barato pero la calidad media de lo servido lo justificaba. Volveremos para pr

Estupendo restaurante en una bonita ciudad. Se come de maravilla y tiene una buena bodega, sin el mejor de Aranjuez, todo el que sea buen amante del buen comer y beber que no se lo pierda. Excelente trato por parte de Armando

Me ha hecho mucha ilusión ver un restaurante de mi pueblo aquí. Estoy de acuerdo con JJRuiz, es un sitio que merece la pena; en Aranjuez, lo mejor; asique si venís de turismo algún día, lo aconsejo como mejor opción

Resturante clasificado en la guia que llevaba con dos estrellas, pequeño y acogedor, las merece, pero no me esperaba la amabilidad de trato y el servicio de vinos esmerado. Copas adecuadas y comida mezcla diseño y tradición. La carta de platos correcta e imaginativa, la de vinos con algunas sorpresas (pero no en precio).
Déjate aconsejar por el jefe de sala, que además de saber, es amable y simpático.