Poco que añadir a mis anteriores comentarios sobre este gran restaurante. Como bien dice Paco, uno se siente como en casa. Sin agobios, sin prisas, sin presiones... se va a disfrutar y entregarse a la comida.

Hemos tenido oportunidad, y la suerte, de ir media docena de veces y siempre nos sorprenden, todo va a más y lo que en un primer día parecía regular; el entorno; ahora resulta cálido y acogedor.

Nos cambiaron todo el menú para no repetir platos de anteriores visitas y a petición nuestra dejamos la ropa vieja, para repetir hasta no poder más, y el flan de caramelo. Comida innovadora con trazas tradicionales, o comida tradicional con toques modernos... todos los platos a grandísima altura por destacar alguno: los tomates, la anchoa, el salmonete...

Han cambiado los aperitivos para nuestro gusto a mejor, varias propuestas en pequeños bocados para prepararnos para el festival. Este fue el menú completo:

- tomates, salazón y sus huevas
- anchoa con remolacha y queso
- espardeñas con un asadillo manchego
- ropa vieja y el caldo de cocido

- salmonete asado con albóndigas de pan y ajo
- judias con tocino a la brasa
- arroz con calabacíni y sepia
- pichón asado con terrina de bacón y polenta

- pestiños rotos con yogur y hierbabuena
- flan de caramelo

- petit fours

Me puse en sus manos para los vinos y me sirvieron por copas:

- venta de don quijote 08
- vega guijoso, crianza 06

Servicio y atención perfectos. Con detalles de gran restaurante.

Rematamos con un martin miller.

Siempre es un placer acercarte a un restaurante donde su única intención es hacerte disfrutar, en esta ocasión nos acercamos con unos clientes por u tema de negocios, y estuvimos hasta prácticamente la hora de poner esta critica, sin agobios, sin presiones, vamos el placer a tope.
Aparte de la tabla de aperitivos iniciales, con cerca de 8 experiencias (al no anotarlas, no las recuerdo), pasamos al menú degustación.
Tomates, salazón y sus huevas; Anchoa con remolacha y queso (flipante); Ajoblanco con sandia y coco; Espardeñas con asadillo manchego (platos fresquitos y muy de agradecer); ahora los platos de la tierra; Ropa vieja con el caldo del cocido; judías blancas con tocino a la brasa; Mero asado con albóndigas de pan y ajo (plato perfecto en materia prima y elaboración); Presa de Ibérico con peras de San Juan.
Postres: Pasión, vainilla y coco y un divertidísimo flan de caramelo, presentado en una esfera de caramelo como si fuera una perla gigante y dentro el flan, no de huevo, si no de vainilla y natural, gozadas de petit fours.
El vino: Asesorados por Jose Carlos, Venta de Don quijote, Sauvignon Blanc 2008; Blas Muñoz, Chardonay 2007; Pago Florentino 2007; Tokaji Aszú Disznbkö, 4 Puttonyos 01 (este si no lo llevo escrito, aquí ni lo pongo).
Además de los numerosos detalles, vinos y copas no cobradas, así como puros.
Remates con varios Gin de distintas ginebras.
El precio solo incluye el menú degustación.

Primero destacar el servicio de sala de este restaurante, joven, eficaz y con muy buenas maneras. De lo mejor que he visto en los últimos meses.

Pasamos a la comida, unos aperitivos sencillos pero ideales para empezar a abrir boca, por el sabor destaco el pan de tomate con anchoas y la galleta de aceituna con queso, y por su sencillez las cortezas caramelizadas y los kikos garrapiñados.

El menú degustación de compone de ocho platos + dos postres. 85.-€ pax.

Destacaría el huevo con esparragos, de increible sabor, las colmenillas con ñoquis y caldo de queso, un alarde de guiso en el plato.

Pero para mi el triunfador fué la Ropa vieja y el caldo de cocido, me sentó en casa de mi abuela hace ya años, me supo igual, les felicito. Me emocionó.

Mencion tambien a las mollejas, rosaditas, tiernas, nada de chumarrascadas como se acostumbra ultimamente.

De los postres, los dos estupendos, tanto los pestiños rotos como la leche frita

Impecable cuberteria (Guy Degrenne), cristaleria (Riedel - Schott), y vajilla (Villeroy y Bosch)

Acompañamos la cena con una excelente selección que nos ofrecio Diego:

André Coulet Brut reserve
Castillo de Monjardin Chardonnay 05
Nuestro, crianza 05, nos gusto mucho, le desconociamos
Moscatel Ainzon

Puede que la sala necesite algún retoque, asi como el cajoncillo de servir los cubiertos, demasiado añejo, por poner algo a mejorar.

De nuevo de vuelta a este, para nosotros, uno de los mejores restaurantes de "Madrid".

Pedimos el menú degustación. Aperitivos, 4 entradas (ensalada de corujas, sopa de navajas, chipirón, huevo con espárragos), 2 pescados (bacalao y lubina), 2 carnes (la ropa vieja y presa) y 2 postres (torrija y leche frita). Para reventar :-)

la comida espectacular. Platos memorables conocidos como la ropa vieja y alguno nueva como esa presa con regaliz o el bacalao ajoarriero.

El servicio impecable y muy atento. Con detalles de agradecer. De 10.

En cuanto al vino y puesto que sólo bebo yo me puse en manos del sumiller y tome por copas: andré clouet grande reserve, mont reaga (me encantó) y Anta para el tinto. Pasé del Tokaji que me ofreció a los postres para acabar la comida con un martin miller...

En fin, para volver siempre que se puede pese al precio. Gracias por todo a todos.

nota: en nuestra anterior visita comentamos un detalle en las infusiones que no nos pareció acorde con este restaurante. En esta visita, todo solucionado e infusiones de nivel.

Local comentado ya con anterioridad, clásico pero cálido.

Visita en martes, media ocupación.

Optamos por el menú degustación. 8 platos más 2 postres. Gran nivel en todos los platos, menú con sabores muy tradicionales adaptados a la cocina moderna. A destacar: las migas, la ropa vieja, yema de huevo con boletus, bacalao, solomillo de ciervo... en fin todo.

Gran sorpresa a los postres, para estos tiempos navideños: un helado de roscón de reyes y un flan con caramelo, una bola típica de árbol de navidad hecha de fino caramelo rellena de flan. Muy bueno¡¡¡¡

Para los vinos y como mi chica no bebe, tome por copas un blanco y un tinto recomendado por ellos, ambos manchegos. Muy buenos.

rematamos con un gin tonic.

Muy buen servicio y trato con muy buenos detalles. En el lado negativo, dos malos (a nuestro parecer) detalles: Todo el salón de fumadores, se puede entender dado el espacio. Las infusiones no se corresponden con un restaurante de este nivel, no se puede poner un sobre de poleo de alipende... ya no es la marca, pero no creemos que cueste mucho comprar esas infusiones naturales.

Caro pero para volver en cuanto ahorremos :-)

Restaurante situado en la avenida principal de Illescas, para los días de diario la zona de aparcamiento es azul, pero muy cerca existe una plaza en la que se suele conseguir aparcamiento gratuito.

Decoración clásica pero muy acogedora, con una vajilla, coperia y cubertería estupendas.

Les pedimos que nos pusieran de comer y como siempre nos sorprendieron con un menú degustación largo y delicioso, pero en esta ocasión hubo discrepancias en el grupo sobre unos platos y otros.

Coincidimos en destacar de los Snac, el pan de tomate con anchoas, mini pizza, galleta de aceituna con queso, cortezas caramelizadas y Kikos garrapiñados. De los aperitivos uno de brocheta de chipirones encebollados y el segundo de manitas con trompetas de la muerte. De los platos del menu: almeja a la brasa con ensalada de algas y hoja verde (la ostra vegetal) muy curioso. Gamba roja con uvas, migas y espuma de chocolate. Y un postre de fruta de la pasión con vainilla y coco un espectáculo para la vista y las texturas.

En la discrepancia, la ropa vieja, la sopa de ajo, los hongos con huevo, las manitas de cerdo con judías y butifarra, el pargo,y los callos. Pepe el cocinero demuestra una evolución magnifica destacando los productos de la tierra en sus platos, pero bajo su forma de entenderlos.

El servicio joven y con experiencia, bajo la experta mirada de Diego, siempre al quite.

El servicio de vinos como siempre Excepcional a cargo de José Carlos, que nos fue sirviendo vinos y vinos de la tierra que destacaban por su buen hacer y la curiosidad del mismo.

Rematamos con un Gin.

RCP buena, hay que ver lo pagado con la cantidad de platos y vinos.

se me olvidaba decir que hubo 5 mesas de personas cada una y otra cosa garrafal fue en la mesa de al lado comieron el mismo menun pero el camarero se equivoco 2 veces a la hora de presentar los platos,la primera era huevas de bonito y el dijo de salmon y la ultima en otro plato dijo colmenillas y eran senderuelas,comentar que luego en este ultimo plato se dio cuenta y rectifico,un mal dia lo podemos tener cualquiera pero dudo mucho o pasara mucho tiempo para volver a este restaurante.
Por ultimo comentar que para mi hay restaurantes sin estrellas michelines y sin tanta fama que le dan mil vueltas a los reconocidos con estrellas y mucha fama a nivel nacional.

-Hola compañeros,ayer fuimos a celebrar el cumpleaños de mi pareja y la verdad salimos muy desilusionados al respecto.
Nos esperabamos muchisimo mas de este restaurante pero no fue asi,llegamos a las 13:30,eramos los primeros y nos atendieron correctamente,decidimos probar el menu degustacion sorpresa precio 85 euros en el que si no recuerdo mal fueron 7/8 platos y 3 postres,pedimos un burklin wolf 01 que estaba exquisito en boca aunque en nariz le faltaba agresividad,potencia pero aun asi nos encanto,el sumiller nos comento que era la ultima botella que les quedaba.
Los dos primeros platos buenos y correctos pero a partir del tercero desde mi mas humilde opinion fueron platos que para nada me sorprendieron,sinceramente no me decian nada sobre todo la presa que para mi fue el peor y de los postres mas de lo mismo.
Gastronomicamente hablando dejo mucho que desear y conozco a gente que me han hablado maravillas,pero en fin asi es la vida,a continuacion hubo varios apuntes que no me gustaron como que David les decia a los camareros lo que tenian que hacer alli en la sala y logicamente lo escuchabamos,terminamos la botella de vino en el 6 plato con las copas vacias y el sumiller ni siquiera nos ofrecio otra botella o algun vino por copa y por ultimo nos cobraron 6 euros de servicio que a mi particularmente pagando ya lo que pagas me parece un abuso.
Magnifica carta de vinos,de lo mejor que he visto,un saludo.

Segunda visita a este restaurante y grata sorpresa mas nivel ,platos mejor ensamblados,resumiendo muy equilibrado el menu,el servcio del vino muy bueno con un gran maridaje a cargo de sumiller
Una de las mejores comidas del año

Una de las comidas más impresionantes que he realizado.

Servicio exquisito, extraordinario.

Platos memorables, que nos llevaron practicamente al extasis en algunos momentos.

El cocido
La morillas con salsa de Foie
Las navajas
El pisto con pan y tocino salado...
El bacalao tintado con tomatito confitado...
La paletilla de cabrito..

Sin lugar a dudas entre los restaurantes más grandes de España en este momento.

Menu 85 Euros por persona RCP excelente por todo lo que dan, más los intangibles que no se ven, pero que estan ahi siempre.