Las cosas bien hechas
Primero destacar el servicio de sala de este restaurante, joven, eficaz y con muy buenas maneras. De lo mejor que he visto en los últimos meses.
Pasamos a la comida, unos aperitivos sencillos pero ideales para empezar a abrir boca, por el sabor destaco el pan de tomate con anchoas y la galleta de aceituna con queso, y por su sencillez las cortezas caramelizadas y los kikos garrapiñados.
El menú degustación de compone de ocho platos + dos postres. 85.-€ pax.
Destacaría el huevo con esparragos, de increible sabor, las colmenillas con ñoquis y caldo de queso, un alarde de guiso en el plato.
Pero para mi el triunfador fué la Ropa vieja y el caldo de cocido, me sentó en casa de mi abuela hace ya años, me supo igual, les felicito. Me emocionó.
Mencion tambien a las mollejas, rosaditas, tiernas, nada de chumarrascadas como se acostumbra ultimamente.
De los postres, los dos estupendos, tanto los pestiños rotos como la leche frita
Impecable cuberteria (Guy Degrenne), cristaleria (Riedel - Schott), y vajilla (Villeroy y Bosch)
Acompañamos la cena con una excelente selección que nos ofrecio Diego:
André Coulet Brut reserve
Castillo de Monjardin Chardonnay 05
Nuestro, crianza 05, nos gusto mucho, le desconociamos
Moscatel Ainzon
Puede que la sala necesite algún retoque, asi como el cajoncillo de servir los cubiertos, demasiado añejo, por poner algo a mejorar.