Cuando los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz adquirieron Finca La Emperatriz en 1996 eran conscientes de que no sólo estaban adquiriendo una finca de viñedo, sino que, de alguna forma, adquirían el compromiso de dar continuidad a la historia de este viñedo singular.
Finca La Emperatriz destaca por sus dimensiones insólitas en la DOCa Rioja -con 101 Ha-, pero también porque orginariamente perteneció a Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y emperatriz de Francia. Una finca, por tanto, dedicada a la elaboración de grandes vinos desde hace más de un siglo, como así lo acreditan los premios obtenidos por los vinos presentados por Eugenia de Montijo en la Exposición Universal de París en 1878.
Sin embargo, una de las peculiaridades más importantes de Finca La Emperatriz es su terroir. Se trata de una finca que destaca por la espectacular capa de canto rodado que cubre su suelo, de 40 cm. de espesor, un suelo pobre que facilita el drenaje y multiplica la insolación de las cepas gracias a la blancura de las piedras. Y una situación extrema, en el límite noroccidental de la DOCa Rioja, entre las sierras Cantabria y Demanda y a 570 m de altitud, una de las zonas más elevadas de la Rioja Alta. Esta situación impone a la finca un clima de perfil atlántico que resulta idóneo para la excelente maduración de la variedad Tempranillo durante los meses de Septiembre y Octubre.
Una de las claves de Finca La Emperatriz es la parcelación de la finca que realizaron los hermanos Hernáiz tras su adquisición. Atendiendo a criterios de edafología, microclima, orientación, edad del viñedo, etc., dividieron la finca en parcelas para poder dar un tratamiento diferenciado en función de las características de cada parcela, tanto en la viticultura como en la vinificación posterior. Este trato singularizado ha determinado la existencia de dos gamas de vinos: coupages clásicos y vinos de parcela.
Los vinos de la gama coupages clásicos están elaborados con uvas procedentes de parcelas y variedades diferentes -en Finca La Emperatriz se cultiva Tempranillo, Garnacha, Graciano, Maturana y Viura-. El objetivo en este caso es elaborar vinos redondos, sabrosos y equilibrados a partir del arte del ensamblaje, gracias a la vinificación por separado de partidas pequeñas-. En esta gama se elaboran vinos de perfil clásico, pero reinterpretado bajo el matiz que impone la juventud de Eduardo y Víctor: así, encontramos vinos clásicos pero a la vez llenos de frescura y actualidad, como Finca La Emperatriz Viura, Finca La Emperatriz Crianza y Finca La Emperatriz Reserva.
Por otra parte, los vinos de parcela son elaborados a partir de uvas procedentes exclusivamente de una de las parcelas, que se distinguen por su excepcionalidad cualitativa y por su personalidad intrínseca.
Finca La Emperatriz Terruño, Finca La Emperatriz Viura Cepas Viejas, Finca La Emperatriz Garnacha Cepas Viejas y Finca La Emperatriz Parcela nº1 son los vinos que componen esta gama, expresan la singularidad de la parcela de la que proceden y se han ganado el reconocimiento de la crítica especializada.
Finca La Emperatriz es una bodega que se enmarca en Viñedos Hermanos Hernáiz, un proyecto que da cobijo a los vinos que Eduardo y Víctor Hernáiz elaboran a partir de sus fincas de viñedo. Su filosofía de trabajo surge de la evidencia: en sus paseos por las distintas fincas de su propiedad, salta a la vista que tienen una personalidad propia. Por ello lo fundamental en Viñedos Hermanos Hernáiz es siempre el terruño, el viñedo, y el propósito de los vinos que elaboran Eduardo y Víctor es expresar la personalidad de cada una de las fincas.
Como en los grandes perfumes, es la conjunción perfecta de una serie de factores lo que determina un gran vino: una determinada composición del suelo, un viento que sopla con frecuencia, la cercanía de un riachuelo, la orientación de la finca... El propósito de Eduardo y Víctor Hernáiz es trasladar esa conjunción a la botella, de forma que transmita el espíritu de la zona de la que procede.
Uno de los elementos que forman parte de esa conjunción es la propia idiosincrasia de las personas que impulsan el proyecto, los hermanos Hernáiz. Resulta determinante la juventud de Eduardo y Víctor Hernáiz: el inconformismo como motor del perfeccionamiento, la experimentación científica como base del conocimiento y el carácter abierto y cordial de estos hermanos, que ha conseguido transmitir su entusiasmo al resto de su equipo de trabajo, uno de sus grandes valores.
Víctor Hernáiz, propietario de Finca La Emperatriz, nos cuenta sus impresiones acerca de la Experiencia Verema Barcelona 2014, la filosofía de la bodega y nos acerca a sus vinos y novedades.
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