Cata de mencias bercianas
A las puertas de la Navidad el equipo de catadores de Verema.com se reunió para hacer frente a una cata de vinos tintos de la D.O. Bierzo, todos ellos monovarietales de mencia, como mandan los cánones, con la única excepción de un Vino de la Tierra de León, que llevaba en su ensamblaje también algo de prieto picudo y tempranillo.
La D.O. Bierzo, fundada en 1989 y tiene una zona de producción que comprende 22 municipios, todos ellos al oeste de la provincia de León, en la Comarca del mismo nombre. Dispone de más de 4.237 hectáreas de viñedo inscritas, de cerca de 4900 viticultores asociados y de 48 bodegas registradas. En el año 2004 la producción alcanzó los 21.449.000 kg. de uva, elaborándose 150.143 hectolitros de vino mientras que en 2005 se vendimiaron casi 25 millones de Kg. de uva de los cuales alrededor del 94% va a destinarse a vinos con el marchamo de la D.O. Es una de las zonas productoras en expansión, con un nivel de calidad envidiable y con una encomiable apuesta por la tipicidad lo que ha hecho que esté en los ojos de la crítica nacional e internacional.
En la cata contamos con vinos de gran parte de las bodegas mejor valoradas de la zona y de hecho los vinos catados, dentro de la homogeneidad que aporta el usar una misma variedad, mostraron características diferenciales, quien sabe si por pequeñas diferencias en el “terroir”, en la antigüedad de las viñas o en la mano de los elaboradores. No entraremos aquí a valorar, pues, si los vinos del Bierzo son vinos de terruño o vinos de autor, aunque quiera yo pensar que hay más de lo primero que de lo segundo.
El vino más valorado de la cata, fue el Bembibre 2002, de la Bodega Domino de Tares, que se mostró potente y elegante, con equilibrio y presencia, obteniendo muy alta calificación. A sólo unas centésimas quedó el Carracedo 2003, de Bodega del Abad, que pese a su evidente falta de botella se mostró sabroso y con notable armonía. El último vino del podio fue un excepcional Pieros 2001 de Bodegas Estefanía, S.L., que siendo muestra de barrica ya había sido catado en Verema.com y ya nos había cautivado.
No quedo muy lejos el cuarto clasificado, el Peique Selección Familiar 2002, una pequeña cuvée especial (sólo 2200 botellas elaboradas) que deslumbro por su excelente frutosidad. A sólo 5 centésimas, el Baltos, el más barato de los primeros clasificados, nos mostró que en Dominio de Tares vinifican con maestría la mencia, incluso en sus niveles más sencillos.
Víctimas de una excesiva maderosidad o lo que es lo mismo en este caso, bebidos antes de hora, quedaron a continuación el Paixar 2003 -al que le falta mucha botella para que su excepcional materia prima integre las notas de la crianza- y el Dominio de Tares P3 2001, de nuevo con unos taninos muy marcados y unos tostados demasiado evidentes, que fueron penalizados por los catadores.
Por lo demás todos los vinos mostraron un excelente nivel y, como viene siendo habitual, sufrimos también la presencia del TCA, concretamente en el vino Peregrino crianza 2001 que fue -lógicamente- descartado.
Y con esto sólo decir ¡Hasta la próxima!
