Concours Mondial de Bruxelles 2006
El Concurso Mundial de Bruselas se renueva….. y uno de los ejes de esa renovación consiste en que se desplazará por diferentes países. En esta nueva trayectoria la ciudad elegida fue Lisboa. En el Pabellón Atlántico de la Expo Lisboa y a lo largo de 3 días –del 21 al 24 de Abril- se desarrollo el concurso con la presencia de 200 catadores de 40 países diferentes. Entre los catadores Francia y España aportaron 18 miembros cada una y Bélgica, con 14 jurados se situó en tercer lugar.
Este año también hubo record de muestras presentadas a concurso, ni más ni menos que 5.447. Siendo Francia el país que más muestras envió (1762) seguido de España (995) e Italia (558). Portugal, como país anfitrión, también envió abundantes vinos al concurso (516).
Por lo que hace referencia al “Nuevo Mundo”, Chile fue el país que envió más muestras (201) seguido de Sudáfrica (152) y Argentina (95).
Las catas fueron realmente impresionantes (ver foto). Los catadores se reunieron en jurados formados por cuatro miembros más un presidente, que controlaba posibles errores en la cumplimentación de las fichas y grandes discrepancias entre los catadores. Cada catador degustó en cada sesión –en promedio- 50 muestras por sesión. Las sesiones comenzaban a las 8:30 y acababan alrededor de las 13 horas.
Para dar mayor rigor a los resultados estos son tratados con un programa estadístico desarrollado por el Instituto de Estadística de la Universidad Católica de Lovaina. Una vez tratados los resultados se entregan tres tipos de trofeos: gran medalla de oro, medalla de oro y medalla de plata siendo premiados un máximo del 30% de los vinos.
De los países que enviaron más de 100 muestras los que obtuvieron una mejorar ratio entre vinos presentados y premiados fueron, en primer lugar Chile, con un 56%, seguido de Sudáfrica con un 43% y de Suiza con un 37%. Portugal, el país anfitrión, obtuvo una ratio del 34% y España una del 29%.
Por Grandes Medallas de Oro el país más premiado fue Francia, que logró el 35% de todas las medallas otorgadas, seguido de Chile, con un 18% de dichas medallas y España con un 12%.
La experiencia fue a la vez extenuante y gratificante y entre los participantes hubo un magnífico ambiente, muy profesional pero muy relajado. Por las tardes hubo un programa muy intenso pero muy interesante, incluyendo una visita a la planta de producción de Amorim en Coruche y una visita a la Región de Évora donde fuimos agasajados por los responsables de Vinos del Alentejo.
Para finalizar quisiera agradecer los buenos momentos pasados (en mi nombre y en el de Álvaro) a los responsables del Concurso y, especialmente a los nuevos amigos que allí hicimos, comenzando por Marcos Vian, a Carlos Zalve, a Bartolomé Sánchez, a Victoria Benavides, a Frédéric Galtier, a Jordi Melendo, a Maria Antonia Fernandez-Daza y al “peligroso” trio chileno formado por César Fredes, Eduardo Brethauer y Daniel Greve.