Un cierto regustillo amargo... Hacía seis meses que teníamos la reserva hecha, hubiéramos querido que fuera el sábado día cuatro de mayo pero los viernes por la noche y los sábados estaban fuera de la cuestión al menos durante un año. Calculamos rápidamente, el puente del uno y dos de mayo en Madrid nos permitía el viaje a Gerona vía Valencia, dijimos que sí. Nosotros somos gente normal y cuando digo esto quiero decir que no acostumbramos a comer en restaurantes catalogados como primero, segundo o tercero del mundo. Simplemente teníamos algo que celebrar y nos decidimos a hacer esta pequeña locura ¿por qué no? ¿Hay alguna razón para que os cuente todo esto? Sí la hay porque me importa y mucho que veáis esta crónica no como una crítica... |
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.