• Spätlese: El mosto debe tener una cantidad mínima de 19 ° KMW, a partir de uvas cosechadas totalmente maduras
• Auslese: El mosto debe tener una cantidad mínima de 21 ° KMW, a partir de uvas cuidadosamente seleccionadas.
• Beerenauslese (BA): El mosto debe tener una cantidad mínima de 25 ° KMW, a partir de uvas muy maduras o uvas con podredumbre noble.
• Ausbruch: El mosto debe tener una cantidad mínima de 27 ° KMW, a partir exclusivamente de uvas con podredumbre noble, o de una uva pasa secada de manera natural.
• Trockenbeerenauslese (TBA): El mosto debe tener una cantidad mínima de 30° KMW, a partir exclusivamente de uvas con podredumbre noble, o de una uva pasa secada de manera natural. 
• Eiswein: El mosto debe tener una cantidad mínima de 25 ° KMW, a partir de uvas congeladas y prensadas en ese estado de congelación. 
• Strohwein/Schilfwein (Vino de paja/Vino de cañizo): El mosto debe tener una cantidad mínima de 25 ° KMW, las uvas deben permanecer por lo menos durante 3 meses extendidas sobre paja ó cañizo, para su concentración de azucares o bien en racimos colgados para su secado natural al aire.

Regiones Vinícolas

• Niederösterreich (27.128 Ha). Como si de una arteria se tratara el Danubio atraviesa la región más extensa de viñedos de toda Austria. Las numerosas variedades de uvas que aquí se cosechan, son las que luego se usarán para la elaboración de los diversos tipos de vinos de esta región. Son vinos de variados estilos: blancos afrutados, tintos elegantes y exquisitos vinos dulces. La región comprende ocho zonas vinícolas, con sus variedades especificas de uvas y vinos. Estas zonas son las siguientes: Wachau, Kremstel DAC, Kamptal DAC, Traisental DAC, Wagram, Weinviertel DAC, Carnuntum y Thermenregion.
   
• Burgenland (13.840 ha.). Es la región vinícola más oriental de Austria, comparte la provincia una extensa frontera común con Hungría - y el lago Neusiedler, el lago estepario más occidental de Europa. Bajo el nombre "Burgenland“ se incluyen diversos vinos tintos, blancos y blancos dulces. En sus cuatro zonas específicas los vinos del Burgenland demuestran la calidad y clase tan especial que poseen. Las cuatro zonas son: Neusiedlersee, Leithaberg DAC / Neusiedlersee-Hügelland, Mittelburgenland DAC y Eisenberg DAC / Südburgenland.

• Steiermark (4.240 Ha). La Estiria, con sus empinadas colinas de viñedos, es una de las regiones vitivinícolas más bellas de Europa. Los vinos de Estiria como el afrutado y fresco Welschriesling, el Muskateller (Moscatel) picante (vino de aguja), el delicado Weißburgunder o el complejo Chardonnay (también conocido con el nombre de Morillon) tienen un carácter claro y purista. Pero, sobre todo, en Estiria crecen y se elaboran algunos de los mejores Sauvignon Blanc del mundo.

• Wien (612 Ha). Los viñedos de la capital austriaca juegan un papel muy importante, tanto cultural como económicamente. Las diversas variedades van desde sus famosos vinos blancos, como el Grüner Veltliner Riesling, Weissburgunder (Pinot Blanc) y Chardonnay, hasta sus excelentes vinos tintos. Viena está particularmente orgullosa de sus románticas y populares tabernas, los famosos “Heuriger”, conocidos y visitados tanto por los turistas, como por los propios vieneses.

La singularidad de los 7 elementos

Los vinos austriacos cuentan con gran prestigio a nivel mundial, tanto entre los catadores profesionales, como entre los amantes y gourmets del vino. Muestran su gran potencial en catas de carácter nacional e internacional. Es de resaltar su personalidad y carácter independiente e inconfundible, debido a la singularidad de estos siete elementos:

1. El clima. La especial situación geográfica de Austria es el factor más importante para conseguir la incomparable calidad de sus vinos. Aunque Austria está situada aproximadamente a la misma latitud que Borgoña (Francia) las diferencias de temperatura son mucho más pronunciadas. El verano caluroso y soleado, los días y las noches frescas del otoño, contribuyen al desarrollo de vinos frescos y aromáticos, con cuerpo y con una elegancia muy característica. En ningún otro lugar del mundo se pueden degustar vinos tan densos y complejos, que al beberlos den la sensación de frescos y ligeros.
2. La Tierra. La región de Wachau y las zonas de la baja Austria, colindantes con la margen izquierda y derecha del Danubio, como Estiria, con sus colinas suaves y espectaculares, el Burgenland con el Parque Natural del Lago Neusiedl, y Viena - la única ciudad y capital en el mundo que posee su propio vino (D.A.C), vino con Denominación de Origen. Estas zonas vitícolas se encuentran entre las más bellas y mejores del sactor y tanto el carácter de sus gentes como sus vinos son únicos en el mundo. Además del clima, sus suelos tienen unas características muy especiales: por ejemplo, suelos de grandes terrazas con cimientos rocosos y capas de sedimentos y de loess en la Baja Austria, suelos calcáreos en el norte del Burgenland y Estiria del Sur, o los suelos de origen volcánico en el valle del Kamp
   y el sureste de Estiria, estos suelos son los que determinan el carácter inconfundible de sus vinos.
3. Las uvas. Austria posee el “terroir” ideal para las variedades Riesling, Sauvignon Blanc, Moscatel y Pinot Blanc, pero también para otras variedades de renombre internacional, tales como Chardonnay y Pinot Noir. Sin embargo su verdadero tesoro está en las viejas variedades de uvas autóctonas, con el líder indiscutible la variedad Grüner Veltliner. Esta variedad austriaca ha sido galardonada con numerosos premios internacionales, otorgados por los grandes e influyentes críticos del vino y por las revistas de gourmets de todo el mundo, siendo su vino comparado con los grandes vinos blancos del mundo. Pero hay otros tesoros aún por descubrir - por ejemplo, la rara variedad de uva blanca autóctona Zierfandler, la variedad Rotgipfler y la variedad Welschriesling, esta última alcanza todo su esplendor como vino dulce. No hay que olvidar los seductores y espectaculares vinos tintos, - como el Zweigelt, el Blaufränkisch o el Sankt Laurent. Y por supuesto los rosados, como el famoso Schilcher de la variedad Blauer Wildbacher.
4. La cultura. El vino viene formando parte de la cultura austriaca desde más de dos mil años. Incluso hoy en día se pueden encontrar "cavas" romanas, pueblos medievales, monasterios y palacios barrocos formando parte del paisaje de nuestros viñedos. Pero con el debido respeto a las tradiciones antiguas, Austria se encuentra actualmente en una afortunada situación para construir sobre el pasado y crear una cultura del vino contemporáneo - caracterizado por unos grandes elaboradores profesionales y dinámicos, y por bodegas, cuyo compromiso con los vinos austriacos podría colocarlos a unos grandes niveles dentro de los grandes estándares mundiales de calidad. Podría este  renacimiento“ reflejarse no sólo en elaborar vinos excepcionales de grand calidad , sino también en un boom de la nueva arquitectura, con numerosas bodegas capaces de llamar la atención por su carácter internacional.
5. Personas. A los austriacos les encanta la buena comida y el buen vino - y poderlo celebrar y festejar conjuntamente. En resumen, estamos felices de que nos vaya bien. Por eso nuestros estándares de calidad son muy altos, anteponiendo la calidad sobre todo. La mayoría de las bodegas - más de 9.000 - son pequeñas empresas familiares, donde es común que tres generaciones que viven bajo un mismo techo y que por lo tanto trabajan juntas, puedan transmitir sus conocimientos, experiencias y sobre todo su gran pasión por el vino, de una generación a otra. El papel crucial de la familia - y especialmente el de “las mujeres en el vino”, es algo a destacar dentro de la viticultura austriaca.
6. El respeto por la naturaleza. Los austriacos son unos grandes amantes de la naturaleza y por eso muy respetuosos con ella. Por lo tanto, no es de extrañar que Austria, lidere la lista mundial de países con agricultura ecológica: Actualmente el 16% de las tierras agrícolas y un 10% de todos los viñedos están ahora gestionados bajo las normas de la agricultura ecológica. Además, el cultivo de plantas modificadas genéticamente está terminantemente prohibido. Más del 60 % de las bodegas siguen los principios ecológicos de “producción integrada”. Por último, cabe destacar que todavía la mayoría de nuestras uvas están cosechadas a mano.
7. El vino en la mesa. Los vinos austriacos complejos y con mucho cuerpo, con la frescura que les presta su clima, son excelentes acompañantes, de alimentos y cocinas muy diferentes, como las que van desde Europa Central, pasando por los países mediterráneos, por Asia y las cocinas de las minorías autóctonas, hasta la nueva cocina de “fusión”. En los Congresos Internacionales de la Cocina China y el Vino, celebrados en Pekín y Singapur, la variedad Grüner Veltliner & Co estuvo entre los vinos que mejor combinaban con la cocina china y con otros platos asiáticos. Y por supuesto no hay que olvidar, que los vinos de Austria están firmemente enraizados en la gloriosa tradición culinaria austriaca, siendo unos compañeros inseparables.