Espectacular crónica, con una visión muy personal en las apreciaciones de la filosofía de la bodega y de sus vinos. Yo, que he tenido la suerte de hacer esta cata en el pasado, tanto de Chirel como de otras añadas antiguas de Riscal, vuelvo a recordar emociones difícilmente olvidables al leer tu crónica.
Muchas felicidades por haber disfrutado de esa cata y por el artículo.