Pues no cre que uno vaya unicamente a un restaurante a comer, se va ambién a beber, estar con las cmpañías que uno va, a pasar un rato, donde también se como, pero no unicamente. Y me dá la sensación de que en el Virgen del Mar siguen anclados en el viejo concepto que mantenían en Mazarrón: un concepto anacrónico y viejo. Dond no les importa colocar precios importantes a sus productos, pero del entorno, del servicio, y de los vinos, se olvidan de manera hasta desconsiderada.
Un poquito prepontes. Y la señora Cruz, toda una orquesta de chacharrería de oro.