Efectivamente, estos son los peligros de la metacata, jugar a suponer. Hay que tratar de contemplar todas las posibilidades pero centrarse en lo que emana de la copa. Y por supuesto hay un gran componente de suerte y tener el día de cara. Se ha dado ya el caso que el mismo equipo que ganó un Mundial de cata al año siguiente fueron últimos. En el Mundial no tienen misericordia con esto, son públicas las puntuaciones de todos los equipos, desde el primero al último.