Un viaje inolvidable.
Lo de Pago de Carraovejas fue lo mejor que he visto en una visita a la bodega tanto a nivel profesional como de entrega personal.
Pero la comida (y bebida) en el restautante de la bodega va a ser insuperable por mucho que Verema se esfuerze en nuevas organizaciones. Aquí pusieron el resto (incluido una de las dos últimas magnums de la cosecha fundacional). No hay dinero para pagar lo que bebimos pero sobre todo no se puede pagar la entrega y el cariño puesto en ese día.
Chapeaux!!