Hace años que no me molesto en compartir reseñas de restaurantes o hacer comentarios a las que se suben.
Hoy no puedo hacer otra cosa que acceder como usuario y quitarme el sombrero ante la que firmas, Antoni. Se percibe tal amor por la terreta y profundidad sensorial en tu experiencia que, como bien apuntan los ilustres veremeros que me preceden, este comentario es digno de enmarcar.
Mi enhorabuena por el disfrute y por la aportación. Debería llegar al mismísimo Quique.